Resaltan que Neuquén es zona sísmica: qué cuidados tener en cuenta

Desde el año pasado, los vecinos de Sauzal Bonito salieron a reclamar públicamente que la Provincia o las petroleras se hicieran cargo de la reparación de sus casas, las que, afirmaron, se agrietaron a causa de los sismos que se repetían cada vez más frecuentemente. Para ellos, la culpa es de la hidrofractura con la que se extrae el gas de Vaca Muerta, pero no hay estudios científicos hasta el momento que puedan negarlo o confirmarlo. Para echar luz sobre la cuestión, se instalará una red de sismógrafos que estará a cargo del gobierno, el Conicet, el Instituto de Prevención Sísmica de Argentina (Inpres) y el Iapg, que agrupa a las operadoras de hidrocarburos.

Pero hasta que estas estaciones de monitoreo sean una realidad y tengan datos suficientes, el aumento de la periodicidad de los eventos seguirá estando en duda. Lo que no es misterio es que la provincia está relevada como zona sísmica. Tanto desde el Inpres como desde Defensa Civil se resaltó este dato para aclarar que el sismo de esta madrugada, que tuvo una magnitud de 4.8°, era esperable dentro de esta clasificación.

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Tanto el subsecretario provincial de Defensa Civil, Martín Giusti, como el director del Inpres, Alejandro Giuliano, recordaron que la clasificación de Neuquén no es «algo nuevo». La provincia es zona sísmica moderada en la cordillera y reducida en el resto del territorio. Si bien ambos afirmaron que este fue el temblor más fuerte registrado hasta el momento, la información oficial sobre el mismo no se dio a conocer hasta que la noticia ya había recorrido el país. Según Giuliano, esto se debe a que los cálculos se hacen de forma manual porque «cuando los sismos son relativamente chicos, la red global lo registra pero no los publica en la página porque no cumple con los estándares de calidad».

Si bien son esperables y «chicos», los temblores no dejan de enojar a los vecinos de Sauzal Bonito y sorprender a los de otras localidades. Según Giusti, Defensa Civil recibió llamados desde Neuquén capital, Añelo, Cutral Co y Senillosa. El funcionario explicó que se perciben en edificios altos, porque se mueven objetos colgantes o porque crujen aberturas o paredes de madera, «como cuando pasa un camión pesado».

En caso de sentir un sismo, Giusti solicitó a la población no alarmarse ni salir corriendo hacia la vía pública ni subir a un ascensor: lo más seguro es resguardarse en una estructura reforzada, como son las puertas y ventanas, a la espera de que cese el movimiento. Además, como forma preventiva, recordó que en base a la clasificación de la provincia, las construcciones deben antisísmicas.

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La peligrosidad o amenaza sísmica de una región, queda definida como la probabilidad de ocurrencia de sismos en un área geográfica específica durante un intervalo de tiempo determinado. Su estudio se basa en la sismología histórica, los registros sismográficos y las evidencias geológicas de la zona. En el Reglamento Argentino (INPRES-CIRSOC 103) se distinguen cinco zonas sísmicas (de la 0 a la 4), con nivel creciente de peligrosidad sísmica. (Fuente: Inpres).

SI, porque la arquitectura, la ingeniería sismorresistente y el avance permanente en la calidad de los materiales, ofrecen herramientas que permiten prever un adecuado comportamiento de las construcciones ante eventos sísmicos. Se debe exigir que las construcciones se ejecuten en base a planos aprobados, es decir cuyo diseño responda a los reglamentos vigentes, con materiales de buena calidad y con un control de las distintas etapas de la obra por parte de personal idóneo. (Fuente: Inpres).