Siguen prófugos dos sospechosos de un brutal crimen en Bariloche
Se trata de los hombres que participaron en el asesinato de Rodrigo Navarro. Lo ejecutaron de dos tiros en la cabeza tras darle una paliza en una casa.
El crimen de Rodrigo Navarro ocurrió en diciembre de 2020 y fue hallado en el interior de un auto en un barranco de Circunvalación de Bariloche. Ayer Juan pablo vera admitió ser el autor. Archivo
Un llamado encendió el alerta en la fiscalía de turno la tarde del 17 de diciembre pasado. El mensaje era muy breve y contundente. Informaba que en una casa del barrio 270 Viviendas de Bariloche limpiaban un charco de sangre y manipulaban las cámaras de seguridad que había en ese domicilio.
Una o dos horas después, hallaron a Rodrigo Navarro ejecutado de dos tiros en la cabeza, en el interior de su propio Ford Ka.
El autor o los autores del homicidio habían arrojado a plena luz del día el vehículo en un zanjón, ubicado en cercanías de la ruta de Circunvalación, en las afueras de esta ciudad. Los autores del crimen hasta filmaron una parte de la secuencia aberrante y la hicieron circular por redes sociales, contaron fuentes judiciales en ese momento.
Allí, comenzó una investigación que avanzó rápidamente en las primeras horas y permitió detener a dos sospechosos: Juan Pablo Vera y Janet del Carmen Lagos. Sin embargo, el rompecabezas está incompleto.
La fiscal a cargo de la unidad de homicidios, Betiana Cendón, y su equipo, junto con la Brigada de Investigaciones, no lograron aún atrapar a los dos cómplices que están en la mira desde el primer momento.
Ahora, la investigación entró en un paréntesis por la feria judicial que se extenderá durante enero. Fuentes que tuvieron acceso a la causa comentaron que se hicieron pericias con luminol, para detectar manchas de sangre en el domicilio donde se sospecha que ocurrió el homicidio.
Las diligencias pendientes se retomarán cuando se reanude la actividad judicial. Y no hay noticias de los dos prófugos, informaron ayer desde la fiscalía de feria.
Los datos de los dos partícipes del alevoso crimen de Navarro, que están libres, se mantienen en absoluta reserva. Tampoco se sabe aún por qué lo asesinaron.
La imputación
Cendón acusó el 19 de diciembre pasado a Vera y a la mujer como coautores del delito de homicidio doblemente calificado, con alevosía y en concurso premeditado de dos o mas personas y calificado por el uso de arma de fuego. Es un delito que se castiga con prisión perpetua.
La fiscal les atribuyó haber asesinado a Navarro, en compañía de otros dos hombres no identificados hasta esa fecha. Sostuvo que el homicidio ocurrió entre las 13 y las 19 del 17 de diciembre último, en la casa 113 del barrio 270 Viviendas, que es Vera.
Por sus problemas de salud, el hombre cumplía una condena en su domicilio, con una tobillera electrónica para controlarlo, porque se moviliza en una silla de ruedas.
Según la teoría de la fiscalía, en las horas previas al crimen, Vera y la víctima consumieron bebidas alcohólicas en un domicilio del barrio El Frutillar y, después, siguieron en la casa de las 270 Viviendas.
La fiscal sostuvo que la mujer y los dos hombres aprovecharon el estado de ebriedad de Navarro y con la ayuda de Vera, lo golpearon con saña. La víctima quedó indefensa y allí le dispararon -a corta distancia- dos tiros en la cabeza, con un arma calibre 38 posiblemente.
Uno de los hombres intentó tapar una cámara de seguridad de la vivienda de Vera. Después, se subió al vehículo de Navarro y lo estacionó de culata, frente a la puerta de la casa. Los dos hombres y la mujer cargaron el cadáver en el Ford Ka y lo trasladaron unas 10 cuadras hasta el zanjón, donde arrojaron el auto con la víctima en su interior.
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