Muertes y fútbol amateur en la región: cómo es la relación de los hombres con su salud

Se registraron seis muertes de jugadores durante o después de un partido, tanto en Neuquén con Río Negro. Estos hechos invitan a pensar cómo se entrelazan la cancha, el aguante y la crianza.

En medio año, murieron seis jugadores de fútbol amateur durante o inmediatamente después de un partido, por distintas razones de salud, tanto en Neuquén como en Río Negro. Estas situaciones sirven de disparador para pensar cómo se cuidan los varones y cómo este tema se vincula a la construcción de la masculinidad. Crianza, el aguante y la cancha como casi el único de los lugares de descarga, entrelazados en el espacio deportivo como una oportunidad para parar la pelota y sacar de nuevo.

La primera muerte que tomó gran difusión pública ocurrió en abril. Fue la de Gerardo Matías Becher, de 40 años, secretario administrativo del Tribunal de Faltas de Cinco Saltos. La siguiente que se conoció fue la de Julio “Chavo” Gómez, de 43 años, en octubre. Ambos eran jugadores del torneo Don Pedro.

En noviembre murió Gustavo Javier Dytyniack, de 49 años, luego de descompensarse mientras jugaba un partido en el Rincón Club de Campo de Neuquén. Cinco días después se conoció el fallecimiento, en una cancha de Centenario, de un joven de 18 años.

A comienzos de diciembre, la muerte volvió al torneo Don Pedro y se llevó al reconocido exboxeador Gerardo «Pulga» Vázquez, cuando ya había dejado el predio La Amistad a donde había jugado con Sporting. Pocos días después se sumó a la triste lista Hernán Salamanca, reconocido exfutbolista de la región, de 52 años. Estaba jugando un partido a beneficio del Nene Travesino, otro jugador leyenda de la región, cuando se descompensó.

Luego de la muerte de Vázquez, algunos jugadores se comunicaron con los medios para criticar a la organización del torneo Don Pedro, aunque ninguno se animó a dar su nombre públicamente. Afirmaron que no tienen canales de comunicación y que se suspendieron las reuniones con los delegados. Cuestionan que se programen partidos en horarios de pleno sol y con altas temperaturas.

«Tuve miedo por mi salud», contó uno de estos jugadores sobre un partido a las 14, con 37 grados de temperatura. «Somos jugadores que estamos pisando los 50 años, no es un hecho menor», resaltó.

Entre los reclamos, enlistaron que se hagan controles más estrictos, y se pidan revisiones médicas y ergonometrías.


Masculinidad en la cancha


Las muertes parecen haber logrado llevar a la superficie temas sobre los que habitualmente no hablan los jugadores de fútbol amateur. El director de Masculinidades de Neuquén, Nicolás Cerda, indicó que hay una relación entre cómo los hombres abordan su salud y el espacio deportivo que los aleja del autocuidado.

El funcionario explicó que en los varones «no hay voluntad de hacerse un chequeo», aunque durante el último tiempo sí se realizan más porque son un requisito obligatorio para ingresar en algunos trabajos. Señaló que incluso cuando hay antecedentes familiares de enfermedad, no detectan los síntomas que padecía ese padre o abuelo.

«Es difícil la conducta de autocuidado y de cuidado hacia los otros, no es algo que se considere de hombres», marcó la médica Andrea Echauri, exsubsecretaria de Salud y parte del equipo interdisciplinario del ministerio que estudia los sesgos de género en la atención sanitaria.

«Aparece la autosuficiencia: si me corto, yo me pego con la gotita, me vendo, eso lo tratamos como un costo de la masculinidad asociado a lo deportivo», especificó Cerda. Agregó que es donde entra la idea del «aguante»: «el maricón, el puto, siguen operando en la cabeza, no es tan sencillo que te digan que sos un cagón».

El aguante no solo es exigido (y el no tenerlo, castigado), sino que también es festejado, como cuando se comparaba una foto viral del tobillo de Lionel Messi con el recuerdo de Diego Maradona, jugando con el tobillo inflamado durante el Mundial de Italia ’90.

«El hombre no se permite demostrar que sufre, pero la concepción del ser humano debe prevalecer, hay que cambiar la cultura del patriarcado», resaltó Echauri.

Esta lógica viene de la crianza. La médica describió que los hombres no recurren al sistema de Salud hasta que están enfermos o tienen una urgencia e incluso estas atenciones suelen ser fuera del horario laboral porque no identifica como algo necesario pedir un día en el trabajo para hacerse un chequeo.

Estas enseñanzas de cómo se debe ser varón no están vinculadas la realidad socioeconómica, aclaró Cerda. Adelantó que esto se podrá ver en una encuesta que realizaron a más de 400 varones durante los últimos seis meses, cuyo resultado se conocerá en las próximas semanas.


Amigo, date cuenta


Cerda contó que, durante los talleres, cuando ponen algunos de estos temas sobre la mesa se genera la reacción de analizar por qué se murió un padre o un abuelo que sufrían enfermedades que se podrían haber tratado. La mirada gira y también caen en la cuenta de lo poco que conocen sobre su propia salud: «las historias se repiten entre varones que no se conocen entre sí».

En línea con esas reflexiones, el director de Masculinidades notó que hay algunos cambios, como la habilitación del espacio deportivo a las hijas, permitiéndoles que jueguen al fútbol, pero eso no traslada a los niños: «un varón en danza aún hace ruido».

El funcionario describió que los mandatos de la masculinidad también aparecen en otros momentos y espacios futbolísticos, como la charla técnica, que muchas veces son violentas, o en los enfrentamientos de las hinchadas. Un ejemplo puede ser lo que pasó en el torneo infanto juvenil de la quinta categoría, con jugadores de 15 años, en San Martín de los Andes. Los hinchas se pelearon y golpearon tanto al árbitro que tuvieron que hospitalizarlo. También la filmación de viral de dos jugadores de 13 y 14 años que se pelearon a golpes de puño antes de una práctica en Añelo. La persona que grababa, celebró particularmente cuando uno cayó al suelo y el otro comenzó a patearlo.

«Como es un sistema, nos cuesta verlo», explicó Cerda y mencionó que otro cambio es que hay grupos de varones que se van corriendo aunque aún no se posicionan, están a favor de ciertos cuestionamientos de género, pero creen que no tienen nada que ver.

Echauri también ve avances: «tenemos un trabajo en adolescencia, si se brindan los espacios, los adolescentes tienden al cambio».


Cancha abierta


La cancha donde se juega al fútbol no es un lugar más para los varones, sino que se convierte en uno de los pocos espacios sociales de descarga y relajo. Ese momento tan esperado, en el que pueden divertirse con sus pares, también tiene mandatos.

«Opera el sistema, es muy raro que los varones se junten para decir no jugamos porque hace mucho calor», graficó el director de Masculinidades. Puntualizó que, en general, los debates entre hombres son muy escuetos y que algunos los tienen, pero desde otro lugar, alentados por una hija o una pareja.

La cancha también limita las emociones, entre las que están permitidas expresar y las que no, con sanciones a lo que se considera exagerado. «Los hombres no se visualizan dentro de las personas que puedan sufrir algo vinculado a la salud mental», señaló Echauri.

«Vamos a morirnos antes, somos más propensos a situaciones de riesgo y a los suicidios, por eso son necesarios los procesos de debate», resumió Cerda.

Escuchá al director de Masculinidades de Neuquén, Nicolás Cerda, en “Vos a Diario”, por RÍO NEGRO RADIO. 

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Quienes quieran más información sobre el tema, pueden escribir a masculinidades.nqn1@gmail.com o buscar las redes de la Subsecretaría de Mujeres.

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