Innovador proyecto de hidrogel en Río Negro que busca restaurar áreas desérticas
Se trata de un ensayo de la Subsecretaría de Recursos Forestales de Río Negro y el Ente de la Región Sur en tres parajes: Arroyo Los Berros, Mamuel Choique y Laguna Blanca.
Río Negro puso en marcha una prueba piloto para forestar las zonas más áridas de la provincia, a través de bosquetes leñeros con hidrogel. El desafío es triple: generar espacios de esparcimiento para las comunidades rurales y que, a la vez, se puedan abastecer de leña, pero además, mitigar el efecto del desmonte que generó desertificación. Si la experiencia funciona en los primeros tres parajes, la idea es impulsarla en toda la región sur.
La primera plantación de bosquetes leñeros con hidrogel fue en noviembre en Arroyo Los Berros, en el Departamento de Valcheta, la segunda llegó en febrero en Mamuel Choique y la más reciente tuvo lugar en Laguna Blanca.
Los técnicos plantaron olivillo, pino ponderosa, ciprés arizónica, coluteas y michay, producidas en el vivero forestal de Ingeniero Jacobacci. Y la técnica con hidrogel permite mejorar la retención de humedad en suelos secos y facilita el crecimiento de especies forestales en zonas afectadas por la sequía.
«Junto al Ente de Desarrollo de la Región Sur, vimos la necesidad de crear bosquetes leñeros en algunos parajes, es decir unos pequeños bosques que permiten obtener leña y aportan un lugar de recreación. Los técnicos sugirieron un material moderno que se llama hidrogel porque hablamos de zonas con gran escasez de agua«, subrayó Claudia Contreras, subsecretaria de Recursos Forestales de Río Negro.
El objetivo de la plantación es ver si la experiencia funciona en la zona donde predominan los suelos arenosos, con climas extremos y un régimen de lluvias extremadamente bajo. «Apuntamos a las únicas especies que podrían tolerar las condiciones climáticas en esos lugares, las especies más adaptadas. A algunas plantas se les coloca hidrogel y a otras no para ver si funciona o no», comentó y describió que el hidrogel «son como una bolitas muy pequeñas que se hidratan en agua y crecen. Van largando el agua de a poco».
Se estima que Mamuel Choique tiene 45 habitantes; Laguna Blanca, 150 y 168, Arroyo Los Berros. Los bosquetes en cada paraje están conformados por 60 y 70 plantas. «Si ese bosque se desarrollase completo, si todas las plantas prendieran, con esa cantidad de leña se puede satisfacer las necesidades calóricas de cada paraje. Por eso, ese número», aclaró Florencia Recondo, técnica de la Subsecretaría de Recursos Forestales de Río Negro.
Primera experiencia con hidrogel forestal
Este ensayo genera mucho entusiasmo porque la forestación está destinada a áreas muy desérticas, donde casi no hay árboles. La poca disponibilidad de agua está destinada a los pobladores, quedando relegada la parte forestal. Y sin hidrogel, esto sería imposible. Ya hubo intentos truncos de forestar, pero las plantas se terminaron secando.
«Estamos explorando un producto como el hidrogel. Es la primera experiencia. Hay parajes de la región sur donde no se podría forestar por falta de agua. Pero este producto retiene la humedad y la va liberando a medida que la planta lo necesita. Se degrada solo a los tres años dependiendo del suelo», puntualizó Recondo que es técnica superior agraria en suelos y agua.
Después del primer paso, se realiza un seguimiento en cada lugar para saber si las plantas «prendieron». «Es un proyecto comunitario porque los pobladores riegan y se encargan del mantenimiento. Incluso, les pedimos que regularmente nos manden registros fotográficos«, detalló.
¿Cuál es la principal dificultad de esas zonas? «Al regar esos suelos arenosos se pierde una parte de agua por percolación -se filtra-; este producto, en cambio, retiene esa humedad y hace que la planta pueda optimizar el uso del agua», especificó.
Recondo explicó que, a través de los bosquetes, «es posible conservar el monte nativo que los pobladores han ido usando para calefaccionarse», pero a la vez, optimiza el uso del agua.
«Si bien fueron unos pocos ejemplares, ¿por qué los pinos formaron parte de las especies elegida cuando tiene tan mala imagen?», se le consultó a la especialista. Consideró que, «en medio de un bosque incendiable, sí representan un problema. En estos lugares áridos no lo son. No es una especie que pueda invadir el monte nativo. Son especies de rápido crecimiento que, en 10 años, va a permitir tener leña a perpetuidad si hace buen uso de la poda y el riego«. De todos modos, aclaró que la mayoría de las especies plantadas son olivillo y tamarisco.
Recondo dijo que los resultados se podrán ver recién en un año ya que ahora «la planta entra en un período de latencia que requiere menos agua y se caen las hojas. En primavera y verano vamos a tener un panorama más claro de cuántos prendimientos hubo y qué cantidad de agua se redujo -en cuánto se pudo optimizar el riego-«.
Se trata de la primera experiencia de hidrogel para forestación a nivel nacional. «Hace mucho tiempo que se emplea en otros países y tenemos entendido que se usó en Chaco para restaurar zonas incendiadas. Pero es la única referencia en Argentina, no es algo que esté muy explorado«, subrayó.
Cómo se aplica el hidrogel
El hidrogel se puede aplicar «deshidratado» -es como la sal gruesa- o «hidratado«. Río Negro optó por esta segunda opción. «Una vez que se hidrata bien, vemos el volumen que ocupa y se coloca en el suelo. A la vista es como si fuese sal gruesa, cuando se hidrató, se hace como gelatina que se mezcla con el suelo y se coloca en la zona más cerca de la raíz. Después se vuelve a tapar. No queda expuesta», precisó Recondo.
Al consultarle si el hidrogel resulta oneroso, acotó que «hoy cada bolsa de hidrogel andará en los 300 mil pesos y compramos 4 bolsas para cubrir esta prueba piloto y cinco bosquetes leñeros más«.
La técnica resaltó que el proyecto genera muchas expectativas: «Y mucha esperanza. La gente que vive en esos parajes padece un frío extremo, la distancia. Al no tener gas, poder abastecerse y calefaccionarse con leña es un montón. Es otra realidad«.
Río Negro cuenta con cuatro viveros: en Mallín Ahogado, Viedma (donde funciona además un laboratorio), Bariloche y Jacobacci.
Río Negro puso en marcha una prueba piloto para forestar las zonas más áridas de la provincia, a través de bosquetes leñeros con hidrogel. El desafío es triple: generar espacios de esparcimiento para las comunidades rurales y que, a la vez, se puedan abastecer de leña, pero además, mitigar el efecto del desmonte que generó desertificación. Si la experiencia funciona en los primeros tres parajes, la idea es impulsarla en toda la región sur.
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