«Soy no binario»: cambió su nombre e identidad de género luego de vivir una infancia trans en Roca

La historia de Chess. Tiene 18 años y "sexo X" en su DNI luego de acceder al derecho de cambio registral. “Podemos ser más de lo que la sociedad nos dice que podemos ser”, planteó.

“Soy no binario”, dice Chess, mientras sostiene con orgullo su nuevo DNI. Con apenas 18 años, recorrió un largo y sinuoso camino para construir su identidad de género, para empezar de a poco a vivir libre y sin justificativos, para aparecer en los listados como quien verdaderamente es. 

Habla pausado, piensa y no deja de reflexionar. Mientras cuenta su historia deja entrever su madurez y el deseo profundo de ayudar a “otres”. Es que por todo lo vivido se convirtió en una persona crítica y decidida, a poco de atravesar el torbellino de la adolescencia. 

Chess dejó atrás a la nena que fue para convertirse en una persona no binaria, lejos de las categorías “hombre” o “mujer”. Y ese proceso interno pudo culminar con un cambio de identidad en el Documento Nacional de Identidad (DNI) que se concretó hace apenas siete meses en el Registro Civil de Roca.   

El Estado lo reconoció y ya es legal desde septiembre de 2024. Al cumplir la mayoría de edad, accedió al derecho de cambiar su nombre y género. Esto fue posible por la Ley de Identidad de Género y el Decreto 476/2021 que agregó la “X” a las nomenclaturas en el campo referido al «sexo» en el DNI. 

A pesar de las amenazas de prohibición de los documentos no binarios el año pasado, estos siguen vigentes, según pudo confirmar Diario RÍO NEGRO en el Centro de Documentación Rápida (CDR) local. De hecho, la semana pasada se hizo un nuevo cambio de identidad.

«Elegí esperar a los 18 para poder hacer todo el proceso legal de cambio de DNI más rápido y sin tener que depender del OK de mis padres», comentó a este medio. Si bien es parte de una familia “abierta” -dice Chess- quería hacerlo por sus propios medios.

Chess con su DNI. Foto: Juan Thomes

En Argentina, la Ley de Identidad de Género N° 26.743 permite que niñas, niños y adolescentes accedan a un trato digno, al cambio registral de su DNI, tratamientos hormonales e intervenciones quirúrgicas. Los menores de edad también pueden hacer el trámite, pero la autorización de sus padres es excluyente. 

Hoy le es indiferente si le llaman por “ella” o por “él”, no le incomoda ninguno de los dos pronombres personales. Chess se despierta y decide qué ropa vestir, si maquillarse o no, como peinarse; sin encasillarse en ningún género. 

Siempre le gustó el arte y hoy estudia cine en Neuquén. “En las artes se expresan cosas. Y eso fue parte de lo que me ayudó a saber que no todo tiene que ser blanco o negro. Que hay una variedad de grises donde uno puede encajar perfectamente. Y está bien, no hay nada malo con eso”, explicó. 

En eso intervino una red de personas que acompañaron, entre ellas su mejor amiga y la “REVE”, referente del Espacio de Vida Estudiantil en la secundaria, un rol que se ocupa de fortalecer a los estudiantes en su trayectoria escolar. 

Así, logró terminar el secundario en la ESRN 116 de barrio Nuevo con su nuevo nombre e identidad. En su diploma de graduación figuran estos datos personales, lo que era uno de sus más profundos deseos. 

Le es indiferente si le llaman por “ella” o por “él”, no le incomoda ningún pronombre personal. Fotos: Juan Thomes.

«Ahora tengo una mejor calidad de vida en el sentido emocional. Puedo expresarme libremente como soy sin tener que justificar mi identidad».

Chess, joven no binario.

Reconoce que aún es complejo para su familia adaptarse luego de 18 años de crianza, pero valora el esfuerzo. “Entiendo que es difícil tratar de cambiar la forma en la que ves a alguien, o al menos la forma en la que lo nombrás”, contó. 

Identidades de género: infancias y adolescencias disidentes


El proceso disruptivo en su vida empezó cuando era una “nena”. «Desde finales de la primaria ya empezaba a pensar que no encajaba del todo, sentía que me alejaba de lo que es el binarismo”, contó. 

No fue sencillo ni rápido el recorrido de autoconocimiento y exploración hasta la aceptación de su nueva identidad: muchas veces se auto reprimió, sintió miedo, sentimientos encontrados. 

“Fue medio raro y como que te excluís del resto. Yo sabía que no me gustaba la idea de hacer fila en el lado de varones o de mujeres. Yo quería explorar. (…) No me gustaba mi nombre, porque es muy obvio que pertenece a un grupo, un género”, recordó. “A mí me gusta mucho vestirme más del lado femenino, la mayoría de veces. No significa que eso automáticamente me haga una mujer”, explicó.

“Ya atravesando todo el proceso de investigar y poder conectarme mejor con cómo me sentía y lograr entenderme, decidí decirle a mi círculo cercano mi nombre», aseguró. 

Identidades de género: el arte, un lugar para visibilizar 


“Podemos ser más de lo que la sociedad nos dice que podemos ser”, dijo Chess, ahora como estudiante de la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica (Enerc) de Neuquén. 

 “Yo quiero ser alguien influyente a nivel artístico, más que nada en el cine. Y quiero que se note que personas como yo pueden llegar lejos y que hay un futuro para nosotros”, reconoció. 

Si bien valora que pudo hacer su recorrido identitario con una red, sabe que otras personas no pueden. “Se lo que es sentirse solo y que no encajas en ningún lado. Quiero poder darle voz a la gente”, dijo. A través del arte, hay muchas maneras. 

“Me gustaría ser una persona que pueda llegar a inspirar y ayudar a las personas de mi comunidad».

Chess, joven no binario.

Identidades de género: vivir “con miedo” ante las nuevas políticas


“Me parece tristísimo”, opinó Chess, sobre las últimas medidas y ataques verbales del presidente al colectivo de la diversidad.

“El colectivo trans y el LGTBIQ+ es muy vulnerable a todo lo que está pasando”, dijo y recalcó que les afecta a nivel psicológico, más aún cuando se trata de infancias y adolescencias. 

“Al principio no entendés qué pasa con vos, si algo está mal, después tratás de aceptarte, hasta que te aceptás, pero necesitás contención porque el resto da miedo, lo que te puedan decir o hacer en la calle”, opinó Chess. 

Si nos sacan la posibilidad de sentirnos cómodos en nuestros propios cuerpos, de tener una decisión sobre nuestros cuerpos, sentís que no podés hacer nada y es tu propia vida”, dijo consultada sobre el DNU 62/2025 de Javier Milei que prohíbe que menores de 18 años puedan acceder a intervenciones y tratamientos hormonales, algo que la Ley de Identidad de Género garantiza.   

“Tenemos que poder vivir tranquilamente, no somos un riesgo para la sociedad”, cerró y no dejó de poner en agenda un tema que preocupa y es el suicidio en personas del colectivo.

*Diario RÍO NEGRO cerró los comentarios para evitar la propagación de discursos de odio, como establece en sus directrices editoriales.

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