Terapia intensiva: la fragilidad de los cuerpos tras superar el covid

En Cipolletti casi todos los pacientes internados negativizaron el virus. El proceso de recuperación es complejo. El papel de los kinesiólogos es clave emocional y físicamente.

Suena una cumbia santafesina y la pulsión de vida parece despertarse en la sala 2 de terapia intensiva del hospital de Cipolletti. Los pacientes tiemblan, balbucean y se ahogan tratando de respirar solos, es parte del proceso de recuperación en algunas personas que fueron atravesadas por el coronavirus.


Roberto tiene 38 años y lleva más de 40 días internado en una cama UTI, apenas puede mover los dedos de la mano. “Están tantos días con respirador que pierden más del 40 por ciento de la masa muscular”, explicó Jose Arriaga, una de las kinesiólogas que diariamente realizan una tarea vital en ese proceso.


Minutos más tarde, una videollamada con su pareja cambia el semblante de Roberto: se ríe, saca fuerza para levantar la mano y tirar un beso virtual. Del otro lado también hay sonrisas. “A la tarde nos vemos”, dicen los dos. El momento emotivo también contagia buenas vibras en una de las tres salas de terapia intensiva del principal centro de salud pública cipoleño. Antes del covid había una y se tuvieron que acondicionar los espacios donde funcionaban Pediatría y Traumatología.

Están tantos días con respirador que pierden más del 40 por ciento de la masa muscular. El proceso de recuperación es largo”.

Jose Arriaga es una de las kinesiólogas del hospital
de Cipolletti.


En la 2, están los pacientes que ya negativizaron y comienzan el tratamiento de rehabilitación para respirar solos y poder pasar clínica. El proceso es largo y complejo. Muchas personas mueren después de superar el virus por las grandes complicaciones respiratorias que ocasiona.
La responsable del servicio, Rita Martín, detalló que el ingreso de un paciente al respirador requiere de muchos cuidados y un intenso trabajo que a veces puede demorar hasta tres horas.


El miércoles, después de más de un mes sin altas en el servicio, un hombre fue derivado a clínica médica donde terminará su tratamiento. “Es muy dinámica la recuperación, algunos pacientes avanzan dos o tres días seguidos pero después vuelven a recaer y hay que comenzar todo de nuevo”, contó Adriana Aguirre, otra de las kinesiólogas.

Profesionales de la salud intercambian pareceres sobre el trabajo que les toca enfrentar.


El equipo de kenesiogía lo forman ocho profesionales y realizan un trabajo imprescindible: no solo el tratamiento muscular, también hay una importante cuota emocional en las tareas que realizan. “A veces es complejo porque tienen que atravesar este proceso solos, es una de las particularidades de esta enfermedad” explicó Arriaga. Los pacientes que ya negativizaron el virus, en Cipolletti son la mayoría, trabajan diariamente en la recuperación respiratoria y muscular.


El primer objetivo es que puedan respirar dos horas sin la asistencia mecánica, luego ese margen se va incrementando hasta llegar a las 48 horas, ese es el pase de salida de la terapia intensiva.

En números

41
días internado en terapia intensiva estuvo el último paciente en recibir el pase a clínica.
1
paciente con covid hay en la camas UTI del hospital cipoleño, el esto ya negativizó el virus,


“Entrar a una terapia intensiva no es gratis”, es una frase que se repiten entre los terapistas. La estadía con asistencia respiratoria es muy larga en todos los casos de covid. Muchos pacientes mueren después de haber negativizado el virus. Es que el impacto sobre los pulmones es tal que algunas personas no pueden resistirlo. “Se genera una fibrosis en los pulmones que muchas veces es mortal. Es algo que nunca había visto”, reveló una doctora de servicio de terapia.


En Cipolletti en más de una oportunidad se resolvió no llevar a respirador a pacientes dentro de la población de riesgo porque “objetivamente” no pueden superar las complicaciones y peligros de la asistencia respiratoria.


El “triage” (método de clasificación y selección de pacientes) se aplica desde siempre en el servicio, pero la pandemia vino a cuestionar su aplicación. “Muchos piensan que el respirador es la salvación y no es así, tiene un alto costo entrar a terapia, el índice de mortalidad en general es del 30% pero el coronavirus elevó esa cifra”, detallaron desde la jefatura del servicio.
Algunas personas, incluso, toman la decisión ellos mismo de no ingresar.

“No es que el paciente no recibe atención, todo lo contrario, trabajamos para evitar el ingreso y se hace todo lo posible para recuperarlo”, agregó la médica. Un paso previo es el uso de los cascos de oxígeno que están dando buenos resultados en Cipolletti. Hay más de 20 personas con este sistema que también es una asistencia respiratoria pero menos invasiva que el respirador.


El miércoles, Omar de 41 años, recibió el altas después de más de 30 días con respirador. El viernes fue el turno de Cristián de 31 años y 41 días en terapia intensiva. La mayoría de los pacientes son jóvenes y no superan los 60 años. Desde fines de septiembre que no daban altas en el servicio.

Ayudar a recuperarse es el objetivo de la terapia cipoleña.

Dos pacientes se recuperaron en la última semana


Luego de un mes sin altas en pacientes covid con asistencia respiratoria, en la última semana se registraron dos hombres que pasaron a clínica. Ambos estuvieron más de un mes internados y ahora atraviesan el último escollo para el alta definitiva.

Para pasar a clínica, los pacientes deben respirar 48 horas por sus propios medios. Para ello se requiere un largo entrenamiento que llevan a cabo los kinesiólogos del hospital. Una vez que negativizaron el virus, pasan a una sala intermedia, que puede ser en la 2 o 3 -la 1 es solo para casos activos- y allí comienzan el procedimiento.

Diariamente, los internados deben realizar una rutina. Además de trabajos musculares para comenzar a ganar fuerzas, también deben afrontar un arduo proceso para respirar solos.
El primer desafío es hacer por dos horas. Paulatinamente van agregando tiempo hasta llegar a los dos días.

Unas de las particularidades del covid, así lo explicaron las profesionales, es “la facilidad” con la que los pacientes recaen y deben volver a empezar.
“Lo vemos muy seguido, después de avanzar dos o tres días, retroceden y es volver a empezar”, detalló Aguirre. Las tres salas de terapia intensiva de Cipolletti cuentan con 13 camas en total. Hasta ayer, solo una es ocupada por un paciente activo, el resto ya negativizó el virus. La ocupación en el servicio ronda el 90 por ciento, mientras que la ocupación en clínica es total.


El gobierno provincial informó que la semana que viene habilitarán nuevas camas de terapia intensiva en Catriel que servirá para descomprimir Alto Valle Oeste. El corredor, que va desde Catriel hasta Fernández Oro, solo tiene unidades en el hospital cipoleño. Hace más de un mes que Cipolletti es la ciudad rionegrina con más casos activos de la provincia.


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