Un viaje con árboles exóticos como protagonistas

El equipo de “Luz Verde para la Región Sur”, del programa de Extensión de la UNRN, realizó la extracción de árboles exóticos del Parque Llao Llao y lo trasladó a distintos parajes de la región.

Durante las últimas semanas, un equipo de la Sede Andina de la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN) llevó adelante un impresionante trabajo ecológico, pero también con impacto social. Se trató de la extracción de árboles exóticos del Parque Municipal Llao Llao, con la intención de trasladarlos luego a localidades de la Línea Sur.


Esta acción se enmarcó dentro del programa “Luz Verde para la Región Sur”, una actividad organizada por el Área de Extensión de la Sede Andina, que realiza “acciones sociales de interés formativo con instituciones y actores del territorio”. Fue también una ocasión especial, porque después de más de un año de inactividad debido a las restricciones impuestas por la pandemia, volvieron al ruedo.

Además del trasplante de árboles, los integrantes del programa tuvieron contacto con las comunidades, con quienes compartieron saberes y nuevos proyectos. Para adentrarnos más en lo que fue la tarea, repasamos fragmentos de la crónica de viaje, escrita por Santiago Naón, director del proyecto.

El proyecto comenzó en el Parque Municipal Llao Llao, con la etapa de extracción de plantas exóticas. Un equipo de veinte personas se reunió el pasado jueves 9 de septiembre, “con el doble propósito de aliviar la carga de especies invasoras en un área protegida de bosque nativo, y para viverización y cultivo en viveros de la Región Sur de la provincia de Río Negro”, explicó Naón.

“Se extrajeron 661 árboles de entre 40 centímetros y 3 metros de altura con destino de plantación en el arbolado urbano de diferentes localidades. La mayoría de las plantas extraídas fueron serbales, aunque también se trasplantaron cerezos, guindos, ciruelos, laureles cerezos, espinos blancos, retamas, lluvias de oro y pinos, todas especies introducidas con diversos grados de dispersión. Las plantas fueron removidas con el cuidado necesario para no dañar el ambiente natural y acondicionadas para su traslado a raíz desnuda, con poda de raíces y de formación, en atados de cantidades variables según tamaños dentro de bolsas de arpillera”, agregó.


El grupo estuvo conformado por estudiantes de la Tecnicatura en Viveros y la Licenciatura en Agroecología de la UNRN; docentes, investigadoras e investigadores del IRNAD (UNRN-CONICET); voluntarios de la Fundación Anthena Arcturus y colaboradores del Programa; además de muchas otras personas.

Al día siguiente, unas 16 personas se trasladaron al Vivero Provincial de Ingeniero Jacobacci, “donde, después de embarbechar las plantas en una aguada para su hidratación, compartieron un almuerzo con los viveristas de la casa: Miguel Andrade, Marcos Huenul, Flavio Carballo y el técnico responsable del Programa Forestal del Ente para el Desarrollo de la Región Sur y gran amigo del equipo extensionista, Abdel Nasif”.

La jornada continuó con la plantación a campo de 324 de esas plantas; mientras que el lote restante quedaría para su distribución en otros viveros del Programa Forestal.

Todo continuó el sábado, cuando el grupo se dirigió al campo de la Familia Calfunao, en el Paraje Yuquiche, para retomar el vínculo interrumpido en 2020. Allí, la jornada tuvo varios momentos emotivos. Tortas fritas mediante, gentileza de los pobladores, el equipo relevó el estado de las plantaciones y el invernadero construido años atrás, y entregó arbustos, semillas de hortalizas y plantas aromáticas donadas por extensionistas de Luz Verde.


Algo similar ocurrió luego, cuando cerca del mediodía se acercaron al campo de la Familia Fermín, kilómetros más al sur. “Después de los saludos de rigor, se relevaron plantaciones realizadas años anteriores, encontrando las plantas en inmejorables condiciones de desarrollo producto del esfuerzo y el cuidado de la familia. Admirando el muy buen estado de cosas, una parte del grupo se aplicó al acondicionamiento de la huerta y plantación de hortalizas y aromáticas”, relató Naón. Además, se plantaron árboles y arbustos donados por el Programa e integrantes y por el Vivero Terra de Villa Los Coihues. Luego se improvisó un taller de poda de frutales para la buena formación de los árboles establecidos.

“El equipo extensionista destacó la calidad humana de los pobladores, el buen estado de las plantaciones y la alegría de haber participado de actividades tan significativas”, finalizó el director del proyecto, tras las buenas visitas a ambos parajes.


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