«¡Qué rápido crecen!»: fotografió a la misma ballena con su cría en Puerto Madryn 45 días después

Maxi Jonas tomaba las imágenes con su drone en El Doradillo cuando intuyó que ya había visto a esa dupla. Revisó en el celular las fotos que había sacado un mes y medio antes y supo que era la misma madre con su ballenato: "Fue emocionante".

Algo mágico ocurre en Puerto Madryn, en ese golfo que aparece después de tanta meseta al final de la ruta. Y no es solo que las ballenas eligieron esas cálidas aguas para reproducirse y guiar a los ballenatos en sus primeros meses de vida en la Patagonia. No son solo tampoco esos saltos y piruetas que atraen a visitantes de todo el mundo que se embarcan o las miran asombrados desde la orilla. Es, también, la relación de los habitantes de la ciudad de la costa de Chubut con esos gigantes del mar. El caso del fotógrafo Maxi Jonas es un gran ejemplo. Logró fotografiar por primera vez a la misma ballena con su cría un mes y medio después. Aquí comparte las imágenes, la historia. Y su emoción.

3 de agosto del 2022. Maxi Jonas fotografía con su drone a una ballena con su cría frente a la playa Las Canteras, a 15 km de Puerto Madryn. @maxijonas.

10 de septiembre del 2022. La misma ballena con su cría: «Qué rápido crecen». @maxijonas.

Donde las ballenas se ven desde la costa


Maxi lo contó en su posteo que muy rápido sumó miles de pulgares levantados y corazoncitos. «Por primera vez pude registrar la misma madre con su cría, con diferencia de un poco más de un mes. Las dos fotos son en El Doradillo, la primera el 3 de agosto, la otra el 10 de septiembre. Qué rápido crecen«, escribió junto a las dos imágenes. Entre otras maravillas que captó, es autor del inolvidable video filmado el 31 de agosto del 2021 en el que se observa como una ballena le da un suave empujón a la tabla de SUP en la que iba Analía y que ya lleva más de 50 millones de reproducciones.

Ayer, le dijo al Voy: «La verdad es que cuando levanto el drone y encuentro a las ballenas lo primero que busco, porque me acuerdo perfecto las marcas blancas, es a la ballena que tocó la tabla. Y siempre digo ‘mirá si un día le encuentro’. O ‘mirá si encuentro otra’. Porque me acuerdo de momentos puntuales. Y por eso me acordé de esta ballena y su cría. Cuando la vi, dije ‘la tengo, la tengo'», relató Maxi.

Entonces, mientras seguía volando el drone, busco las imágenes tomadas el 3 de agosto en la galería del teléfono. Y observó las mismas marcas en la ballena. La referencia era clara: la madre estaba igual, la cría había crecido. Mucho. «Fue muy emocionante verlas en el mismo lugar, un mes y medio después», contó Maxi. Y se fue a cazar más belleza en la Patagonia.


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