Después de 17 años, la revalorización de la Usina parece ser una realidad en Neuquén

Tras un año de pausa por la pandemia, se firmó el decreto que adjudica la obra a la empresa ganadora de la licitación pública. El plazo de obra es de casi 10 meses.

La revalorización del edificio de la primera usina eléctrica de la ciudad para convertirlo en un centro artístico, es uno de los proyectos que más postergación sufrió en la provincia. La idea comenzó hace 17 años atrás, varias veces se prometieron los fondos para concretarlo, e incluso una vez se comenzó con la licitación de la obra. Pero todos los proyectos terminaron por caer, y el viejo edificio de San Martín al 600 seguía a la espera. El último, que ahora está cerca de ser una realidad, no estuvo exento de retrasos. Es que cuando todo iba viento en popa, llegó la pandemia. El Centro de Artes Escénicas La Usina podría abrir sus puertas en, aproximadamente, un año.

Esta semana el gobernador Omar Gutiérrez anunció la adjudicación de la obra de “La Usina Centro de Artes Escénicas” mediante el decreto 952/21. Se trata de un avance sin precedentes para una obra históricamente postergada. Es que si bien una vez llegó a licitarse nunca se produjo la adjudicación.

La empresa elegida, entre las 7 que se presentaron a la licitación pública, fue Emcopat SA. La obra tiene un plazo de ejecución de 300 días corridos y un monto actualizado de 192.487.000 pesos. Desde la subsecretaría de Obras Públicas confirmaron a RÍO NEGRO que está previsto que la obra comience el mes que viene.

“Estamos muy contentos de poder avanzar con este gran proyecto de La Usina Centro de Artes Escénicas que representa un desarrollo en la infraestructura cultural de la provincia y que se sumará al Corredor Cultural”, detalló el ministro de las Culturas Marcelo Colonna.

La historia de la revalorización del edificio que en 2018 fue declarado como Patrimonio Histórico de la provincia, es verdaderamente larga y repleta de interrupciones. Comenzó allá por 2004 con la propuesta de construir un auditorio para orquestas, ballet y obras teatrales. Más tarde, se transformó en un Centro Cultural más inclusivo, para finalmente proponerse allí la construcción de un Centro de Artes Escénicas, bien abarcativo y con espacio para capacitación de artistas.

También su financiación tuvo idea y vueltas. Empezó como una propuesta municipal, luego pasó a la esfera nacional hasta desembarcar en fondos provinciales, cuando fue incluida, en 2018, en el Plan Quinquenal.

En 2019, la historia parecía haber cambiado para la Usina, aquel edificio que albergó a Usina Unidas Limitada, la antesala de lo que hoy es la Cooperativa CALF. Tras dos intentos que estuvieron cerca pero que terminaron por esfumarse, el nuevo proyecto, bien ambicioso, estaba listo, los fondos comprometidos y la licitación ya era inminente.

El 23 de enero de 2020, cuando la pandemia no estaba en el radar de los neuquinos, se hizo la apertura de los sobre de la licitación. Fueron siete las empresas dispuestas a realizar la obra y en dos meses, después de un análisis pormenorizado de las ofertas, se conocería cuál sería la que finalmente restauraría el edificio.

Dos meses después, fue marzo de 2020, unos días antes del 23, el presidente de la Nación, Alberto Fernández, anunció un confinamiento estricto para todo el país, la pandemia había llegado, y la crisis sanitaria arrasaría con todos los planes. Así fue también, por supuesto, con el de la Usina. Nadie podía pensar en un centro cultural cuando los hospitales necesitaban ampliarse para contener la demanda que llegaría unos meses más tarde, y que todavía hoy colapsa el sistema.

Sin embargo, dos años y tres meses después, el proyecto de montar un centro de artes escénicas en un edificio que permanece abandonado hace más de 50 años, volvió a la escena política. «Hubo un cambio de prioridades y no de objetivos», resaltó el ministro de las Culturas cuando se anunció la adjudicación de la obra.

Cruzando los dedos de que nada extraordinario vuelva a detener el avance de la construcción de este centro cultural, la obra comenzaría el mes que viene y unos 10 meses después debería estar lista para ser inaugurada el próximo invierno. La Usina, como centro de artes, no sólo suplirá una falta de espacios públicos para el arte con la que convive Neuquén desde siempre sino que también revalorizará la historia de la ciudad y la provincia.



El nuevo centro de artes podrá recibir una gran variedad de expresiones artísticas y tendrá diferentes recintos con capacidades varias, pero también será capaz de albergar espacios de capacitación. Es así que tal como se anunció esta semana, las aulas de la Usina se transformarán en la sede de Neuquén capital de la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica, que fue inaugurada a fines de 2019 pero que no cuenta con espacio físico propio.

“Desde el Ministerio de las Culturas prevemos que pueda instalarse la ENERC, la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica que funciona hace un año en la ciudad de Neuquén, y unos cuatro años en la ciudad de San Martín de los Andes, donde pueda tener su espacio: sus aulas, salas y lo necesario para desarrollarse como sede”, detalló Colonna en el anuncio.

El edificio tendrá dos niveles y contará con espacios para representaciones escénicas tendrán capacidad para 100 y 300 personas. En planta baja habrá un hall de ingreso, oficina de recepción, sala principal, camarines, dos aulas para ensayos y talleres, buffet, depósitos, sanitarios y sala de máquinas, con una circulación principal, y una sucesión de pequeños patios que permiten el ingreso del aire y luz. En tanto en planta alta se proyectaron 2 aulas para ensayos y talleres, oficinas depósitos y sanitarios. Asimismo, la obra contará con un patio principal para la realización de eventos al aire libre.

Se trata de un edificio final que tendrá unos 1500 metros cuadrados cubiertos, 250 de los cuales pertenecen al edificio histórico que será restaurado, conservando su fisonomía, y se transformará en la sala principal. Y en ese sentido, la propuesta arquitectónica plantea «dejar la mayor cantidad de caras libres -del edificio histórico- para poder apreciar su arquitectura originaria».



En 2004: el subsecretario de Cultura Reinaldo Labrin propone construir un auditorio para 450 personas con un escenario para orquestas, ballet y obras teatrales.

En 2006: la secretaría de Estado provincial y el Municipio capitalino firmaron un convenio donde se autorizaba la construcción de un centro cultural.

En 2013: el proyecto fue seleccionado para ser incluido dentro del Plan Nacional de Igualdad Cultural y se comprometieron los fondos.

En 2015: se licitó la primera etapa de la obra que tenía presupuesto oficial de 13.133.178 pesos y un plazo de obra de 240 días.

En 2016: desde la Subsecretaría de Cultura esperaban definiciones sobre la continuidad de los planes nacionales, algo que no sucedió.

En 2017: el proyecto entró en fojas 0 en el Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda de Nación.

En 2018: la obra fue incluida en el Plan Quinquenal provincial y en el proyecto de presupuesto enviado a la Legislatura. También ingresó a la Legislatura un proyecto de ley para declarar al edificio Patrimonio Histórico de la provincia de Neuquén.

En 2019: se presentó el nuevo proyecto arquitectónico, el de un centro de Artes Escénicas, y se anunció la licitación.

En 2020: se realizó la apertura de sobres de la licitación del proyecto de revalorización. El proceso quedó en pausa por la irrupción de la pandemia y la emergencia sanitaria.

En 2021: se culminó el proceso de licitación y la obra fue adjudicada a la empresa Emcopat SA, una de las siete que se presentaron. La obra tiene un plazo de ejecución de 300 días corridos y un monto actualizado de $192.487.000 de pesos.




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