El turismo empuja el déficit externo y revierte el superávit de la balanza de pago

Registró un saldo negativo de U$S 1.581 millones. El turismo es uno de los responsables de este resultado.

Luis Caputo, ministro de Economía.

La cuenta corriente de la balanza de pagos de Argentina registró en el tercer trimestre un déficit de US$ 1.581 millones. Este resultado contrasta con el superávit de US$ 891 millones alcanzado en el mismo período de 2024, según datos publicó el INDEC. Los detalles.

Fuerte déficit de la balanza de pagos en el tercer trimestre


La reversión en el saldo se explica por la caída del superávit comercial de bienes y el incremento de los saldos negativos en los rubros de servicios, en especial la cuenta de turismo, y rentas.

La balanza de bienes finalizó el trimestre con un superávit de U$S 4.348 millones. No obstante, este valor representó una disminución de U$S 958 millones respecto al año anterior.

Si bien las exportaciones crecieron un 13,8% interanual (U$S 23.798 millones), las importaciones se incrementaron un 24,6% en el mismo período a U$S 19.449 millones.

En cuanto a la balanza de servicios, el déficit se profundizó hasta los U$S 2.554 millones, U$S 951 millones más que en el mismo período de 2024.

Entre los principales factores se encuentra el turismo, que registró un rojo de U$S 1.411 millones, lo que significa un aumento del déficit de U$S 618 millones frente al tercer trimestre de 2024. Este es un indicador que muchos analistas presentan para argumentar un “atraso cambiario”.

Por su parte, la cuenta financiera mostró un ingreso neto de capitales por U$S 2.149 millones. Este movimiento se originó por emisión neta de deuda por U$S 9.333 millones y una adquisición neta de activos financieros externos de U$S 7.184 millones.

A pesar del ingreso neto en la cuenta financiera, las reservas internacionales del Banco Central descendieron U$S 454 millones por efecto directo de las transacciones de la balanza de pagos.

La deuda externa bruta total, valuada a valor nominal, ascendió a U$S 316.935 millones al cierre de septiembre. Esto implica un crecimiento de U$S 9.698 millones (3,2%) en relación con el trimestre anterior.

El sector de sociedades no financieras y hogares fue el principal responsable de este aumento, sumando U$S 5.877 millones de nuevo endeudamiento.

Luis Caputo y la deuda


De repente, el ministro de Economía, Luis Caputo, salió a pulsear otra vez con el mercado financiero y envió el mensaje de que intentará evitar la emisión de nueva deuda con legislación extranjera para pagar el ya mítico vencimiento de enero.

Según diversos cálculos, al Gobierno aún le faltarían entre U$S 1.500 y US$ 1.700 millones para completar los U$S 4.300 a saldar en los primeros días del próximo año.

De acuerdo a los cálculos al momento, el gobierno cuenta con unos U$S 2.000 millones. Cerca de U$S 700 millones habría sido compras directas del Tesoro Nacional en el mercado financiero, U$S 910 millones que dejó la colocación del BONAR 29 de la semana pasada, y otros U$S 300 millones provenientes de desembolsos de organismos internacionales.

Este monto crecería en breve cuando en los primeros días de enero se acrediten los U$S 700 millones que pagarán las empresas que se quedaron con las represas del Comahue. El gobierno aceleró los pasos del proceso de licitación para asegurarse una ventana de tiempo para hacerse de esos fondos.

En consecuencia, aun al gobierno le resta conseguir una suma importante de dólares, que no quiere que salgan de las reservas del Banco Central que se encuentran en rojo.

Lo que es un hecho es que el gobierno va a pagar el 9 de enero, más allá de que el riesgo país se haya estancado en los 570 puntos y no acentúe su tendencia a la baja.

Lo que está en plena negociación es el “cómo” y en ese juego Caputo apareció “de la nada” para dar una señal. Para ello, el ministro se montó sobre una pregunta de un usuario en “X” que lo consultó por una posible emisión: “Trataremos que no la haya. El objetivo es ir eliminando la dependencia que el país tiene con Wall Street. ¿Lo vamos a poder lograr? Nosotros creemos que sí”, señaló el ministro.

La obsesión del gobierno es “rollear” la deuda, o sea emitir nuevo títulos para cancelar vencimientos de capital. De allí que la respuesta de Caputo esté vinculada a alguna o algunas negociaciones “trabadas”, por falta de acuerdo en los términos de alguna emisión.

“Desarrollar el mercado de capitales local es un excelente y necesario objetivo porque fomenta ahorro interno. Reducir deuda en dólares también es positivo porque baja riesgos cambiarios Pero buscar ‘menor dependencia de Wall Street’ tras 2 años intentando volver suena a excusa por riesgo, país aún alto”, lanzó el economista Christian Buteler, buscando otro foco sobre los dichos del ministro.

Corresponsalía Buenos Aires


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