Empleados judiciales levantaron el acampe en el TSJ

Siguen con el paro por tiempo indeterminado. Sostienen que fue por decisión propia y no por la intimación.

Desde junio, los empleados judiciales de Neuquén vienen exigiendo una actualización salarial, ya que mantienen los mismos sueldos que en 2019. Ayer en la tarde, el conflicto llegó a su punto límite, tras no entablar un acuerdo por un incremento en los haberes con las autoridades del Tribunal Superior de Justicia (TSJ). Los trabajadores se instalaron en Alberdi 52 e iniciaron un acampe que finalizó «por iniciativa propia» este mediodía. Sigue en pie el paro por tiempo indeterminado. Un rato antes de la finalización del acampe, el fiscal Jefe, Pablo Vignaroli, intimó a que desalojen el edificio.

Hasta ayer, los empleados judiciales venían realizando asambleas, quite de actividades a partir del mediodía y paro de hasta 72 horas para exigir una aumento en los salarios. Luego de que el sindicato docente realizara un acampe por una semana fuera de Casa de Gobierno, el gremio que reúne a los trabajadores de la justicia decidió imitarlos y endurecer las medidas de fuerza.

«Lo de Aten es para observar», había expresado el secretario general del Sindicato de Empleados Judiciales de Neuquén Edgardo Chervabaz en medios radiales. Con el ejemplo de sus pares, impulsaron un acampe fuera del TSJ y un paro por tiempo indeterminado, hasta tanto las autoridades les ofrezcan un acuerdo significativo para los sueldos de los trabajadores.

Este mediodía el fiscal Jefe Pablo Vignaroli solicitó a las autoridades de la comisaría Primera que envié a personal policial para que intime a los manifestantes a abandonar el acampe dentro del plazo de doce horas.

El pedido de Vignaroli es para que los manifestantes «se retiren del hall aludido y cualquier otro sector del mencionado edificio (el del TSJ), el cual deber quedar absolutamente libre de ocupantes, bajo apercibimiento de ser desalojados compulsivamente con el auxilio de la fuerza pública».

El fiscal jefe argumentó que la ocupación de la sede del TSJ por parte de empleados judiciales impide «el normal funcionamiento del servicio de Justicia al obstaculizar el paso de funcionarios y magistrados que allí desempeñan sus labores».

Sin embargo, tal como señalaron desde Sejun, el acampe se levantó antes que la orden de Vignaroli llegara a hacerse efectiva. La decisión, según comunicaron, fue «por iniciativa propia» para «evitar el agotamiento de la gente y preservar la integridad física» de quienes participaban desde ayer a la tarde de la medida de fuerza.

El miércoles pasado el gremio había iniciado una reunión con los representantes de la justicia neuquina. Tras pasar a un cuarto intermedio, los convocaron a continuar con el encuentro ayer a las 10.

Estaban presentes los vocales Evaldo Moya, Alfredo Elosu Larumbe, Soledad Gennari, Germán Busamia, el subrogante José Gerez, el fiscal jefe Pablo Vignaroli y el defensor jefe Raúl Caferra. También el Administrador General, el director de Gestión Humana y la secretaria de Superintendencia. En representación del gremio se presentaron Héctor Andrés y Enrique Esperón, quienes fueron recibidos por Moya, Busamia y Gerez. 

Sin embargo, el diálogo no condujo a un acercamiento. La discusión subió de tono con gritos entre los miembros de la reunión, para superar el sonido de los bombos. Los vocales terminaron retirándose de la reunión por una salida que conduce directamente a la cochera del TSJ. Se fueron con custodia policial.

Al no recibir una respuesta positiva por parte de los representantes de la justicia, los empleados judiciales impulsaron un acampe en las instalaciones de Alberdi 52. Además, decidieron levantar un paro por tiempo indeterminado.

Desde el gremio se manifestaron «muy preocupados» por la dilatación del conflicto, pues explicaron que se necesita una ley de la Legislatura que apruebe un aumento salarial. El tiempo los apremia, ya que llegó el fin del año y aún no lograron una actualización de los sueldos.


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