Mujer desaparecida en Catriel: antecedentes de violencia de género y un viaje planificado a Italia

Las fuerzas de seguridad buscan intensamente a Patricia Rodríguez Rendón. Su expareja está detenida. La mujer tenía planificado viajar a ver su novio a fines de julio.

La joven desaparecida en Catriel fue hallada muerta cerca de un yacimiento petrolero. Su expareja, que está detenido y confesó el crimen, señaló anoche el lugar donde estaba Patricia Rodríguez Rendón. El imputado tenía antecedentes por ejercer violencia.

Rodríguez Rendón no tenía familiares en Catriel y su hija está hoy al cuidado de la niñera. Ella tiene un comercio de venta de ropa en la ciudad y por lo que se sabe planificaba viajar a Buenos Aires.

El fiscal jefe Gustavo Herrera, ante las fuertes y pésimas sospechas del peor desenlace, viajó el martes por la noche a Catriel y se puso al frente de las pesquisas. Cerca de la medianoche, le solicitó a la jueza Agustina Bagniole de Cipolletti dos allanamientos que él mismo encabezó.

RIO NEGRO pudo confirmar que en 2020, el sospechoso Luis Fernando Cronenbold estuvo detenido por orden de un juez de Familia. Había ejercido actos de violencia contra Patricia.


Desde el entorno de la mujer confirmaron que tenía previsto un viaje a Italia para visitar a su novio Francesco. Ayer tenía pasajes a Buenos Aires donde iba a realizar trámites para obtener un pasaporte.

La joven de 31 años era intensamente buscada por las fuerzas de seguridad de Río Negro. Fue una amiga de ella, con quien iba a tomar el avión a Capital Federal, quien radicó la denuncia en la Comisaría Novena.

En declaraciones radiales, una amiga contó que Patricia tenía pasaje para viajar a Europa a visitar a Francesco, su novio. Cree, al igual que todo su entorno, que la expareja tiene relación con su desaparición. El hombre está detenido en la Comisaría Novena desde anoche porque fue el último con quien tuvo contacto.

Antes de conocerse el femicidio, RIO NEGRO se comunicó con Francesco Nuvolari, pareja de Patricia y pidió por la aparición con vida de la joven. «No sé qué pasó pero sé que sos la única persona que la vio. Tal vez estás enojado porque ella estaba por venir para acá, pero ahora tienes una opción de hablar y contar lo que pasó», señaló.


Causa por violencia de género



Una semana antes de que se dispusiera el aislamiento por el Covid-19, Angela Patricia Rendon Rodríguez se presentó en la comisaría novena de Catriel y denunció a Luis Fernando Cronenbold por dos episodios de violencia de género.

Ante la gravedad de la situación, el juzgado de Paz resolvió excluir del hogar al hombre violento y dispuso una prohibición de acercamiento para la víctima. Cuando el expediente llegó al juzgado de Familia de Cipolletti, con los certificados médicos que acreditaban hematomas, el juez además ordenó cinco días de arresto para el agresor.

En su denuncia, Patricia refirió dos episodios de violencia, el 9 y el 13 de marzo de 2020. El primero ocurrió de noche, él llegó en estado de ebriedad y la agredió. La segunda vez, mientras almorzaban, la pareja tuvo un intercambio por el pago de una tarjeta de crédito, y él la volvió a atacar. Ella se defendió con el cuchillo que utilizaba para cortar la comida.

Ante la gravedad de la denuncia, el juzgado de Paz dictó la medida más severa dentro de las posibilidades de la ley de violencia familiar 3040 de la provincia. Se trata de la exclusión del hogar, esto significa que el agresor fue obligado por la policía a abandonar la casa que compartía con la pareja.

También se dispuso una prohibición de acercamiento a 500 metros entre Cronenbold y la víctima. Con esas medidas cautelares tomadas de forma urgente, el juzgado de Paz envió las actuaciones al juzgado de Familia de Cipolletti.

El organismo judicial confirmó lo resuelto en Catriel pero además le envió un oficio a la policía para que arrestaran al violento por el plazo de cinco días. La misma ley de violencia familiar permite a las juezas y jueces de familia ordenar hasta diez días de arresto cuando los hechos son de gravedad, como el caso.

Después se le impuso la obligación a Cronenbold de realizar tratamiento psicológico. Pero al año siguiente, el equipo interdisciplinario informó en el expediente que la pareja había retomado la convivencia. En esa instancia se envió un nuevo oficio al agresor para reiterarle la obligación de acreditar el tratamiento psicológico. Esa fue la última intervención judicial.


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