La crisis en Salud no cede: vuelven al paro y amenazan con más cortes en Neuquén
Tanto el sector de autoconvocados como los profesionales del Siprosapune tomarán medidas esta semana. Los retoques al acuerdo salarial no sirvieron para revertir el descontento.
El conflicto del sector Salud continuará esta semana en Neuquén con nuevas medidas de fuerza en rechazo al acuerdo salarial firmado por ATE y UPCN hace casi un mes. Tanto los denominados “autoconvocados” como los profesionales agremiados en Siprosapune y el Sindicato de Enfermería (SEN) no parecen tener intenciones de abandonar los reclamos, pese a la indiferencia del resto de los sindicatos y la negativa del gobierno a recibirlos.
El fin de semana, trabajadores “autoconvocados” del hospital Castro Rendón y del Bouquet Roldán recorrieron las ferias de Neuquén capital para recolectar dinero para el fondo de huelga y pedir firmas a los vecinos para respaldar su petitorio. La actividad fue acompañada con toma de presión, de temperatura, glucemia, registro de vacunas y control de frecuencia cardíaca y saturación.
El viernes pasado, finalizaron una permanencia en la Casa de Gobierno con la amenaza de retomar hoy los cortes en la ruta petrolera para forzar un convocatoria del gobierno al diálogo. También anticiparon que buscarán confluir el jueves en la marcha provincial que están convocando el Siprosapune y el SEN.
Ambos sindicatos informaron que volverán al paro mañana y el jueves en todos los hospitales y centros de salud de la provincia para continuar su reclamo de una nueva mesa salarial que incluya a las cuatro organizaciones gremiales y para insistir a la Legislatura con el tratamiento de una ley de carrera profesional.
La actividad de mañana será en el monumento a San Martín, a las 10:30, y consistirá en una intervención titulada “la salud por el piso”. El jueves a la misma hora será la marcha que partirá desde el hospital Castro Rendón y a la que convocaron a todos los trabajadores de salud y miembros de la comunidad que quieran acompañar el reclamo.
La ministra de Gobierno, Vanina Merlo, dijo la semana pasada que la negativa a convocar a dialogar a estos dos sindicatos es una cuestión formal, dado que carecen de personería gremial para formar parte de las paritarias. “Aún no están reconocidos como gremios y esto es un proceso que ellos están haciendo en el ministerio de Trabajo de la Nación. Tampoco son signatarios de convenios colectivos de trabajo del sector”, justificó.
Esa formalidad, sin embargo, ya fue desconocida una vez por la provincia, tras una extensa huelga en 2013 muy similar a la que atraviesan ambos sectores ahora. En esa ocasión, el gobierno se sentó con Siprosapune y firmó un acuerdo con alcance al escalafón de profesionales.
No estaba el agravante de una pandemia en el medio, pero la huelga de profesionales de Salud del 2013 se gestó de manera muy parecida a la actual. El gobierno había firmado un acuerdo con ATE en julio que incluía sumas en negro y que fue rechazada de plano por Siprosapune.
Ese año, el paro de profesionales, al que se sumaron sectores disidentes a la conducción de Carlos Quintriqueo, se extendió por nueve meses. La crisis obligó a derivar pacientes a clínicas privadas y puso en jaque a sectores críticos como el de neonatología. Se saldó con la firma de un nuevo aumento en diciembre, del 35%.
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