Martínez Pérez niega conflictos en su propiedad de río Azul

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- José Luis Martínez Pérez, aseguró ser víctima de una campaña que busca confundir a la opinión pública y también a una familia que vive en un campo de su propiedad, en la zona del Río Azul, en El Bolsón.

Dijo sentirse perjudicado por declaraciones públicas que realizó la legisladora Magdalena Odarda, del ARI, por lo cual concurrirá voluntariamente a la Legislatura el día 31 de agosto, para brindar explicaciones.

El abogado local se mostró molesto por la trascendencia mediática que generó un caso que en la realidad asegura «no existe». «Nunca la señora Graciela Vivanco Parada ni su familia me reclamaron algo», y «lo único que sé es lo que salió en la prensa».

Al respecto, el letrado explicó que «ellos habitan el lugar merced a un permiso que les entregué de buena fe» y que «en todos estos años nunca tuvimos problemas y hoy continuamos conviviendo normalmente».

Asimismo negó tener problemas con alguna comunidad mapuche ya que nunca tuvo campos que hayan sido ocupados por pobladores originarios.

Sostuvo que Graciela Vivanco Parada, hija de Elvira Turra de Parada, a quien le compró el campo en 1998, y su marido, Epifanio Calfulef, viven en el lugar gracias a un permiso graciable otorgado por él. «Graciela y Epifanio nunca fueron ocupantes de las tierras que son de mi propiedad», aseguró.

Campo en El Foyel

Afirmó tener hace 22 años un campo en El Foyel, con una forestación y una plantación de lúpulo en El Bolsón, desde 1996, época del hantavirus.

Martínez Pérez explicó que en el predio del Río Azul se ubican la vivienda de Vivanco Parada, la vivienda que habitan los encargados de atender la plantación de cerezas, Martín y Carlos Cayuman, y la que utiliza el mismo, cuando pernocta en el lugar. Además hay algunos galpones.

Dijo que durante 10 años realizó mejoras en el lugar y que la plantación de cerezas se llevó a cabo con las autorizaciones pertinentes.

Negó que pretenda «comprar al Estado» la veranada superior a su predio, de 1.172 hectáreas, pertenecientes a la Dirección de Tierras, y sólo ha pedido que se reconozca la ocupación como veranada, lo mismo que realizaron otros pobladores del lugar.