Las demostraciones de quien más tiene
Aumentará este año el impacto de las regalías y los impuestos derivados del petróleo y gas en los gastos del Estado neuquino como un cuerno de la felicidad
Faltan 50 días para las elecciones del 16 de abril en las que se decidirá quién tendrá a su cargo la administración del cuerno de la felicidad como son los ingresos por la actividad hidrocarburífera en la provincia de Neuquén.
Para tener un escenario, en el presupuesto para este año, en función de las hipótesis adoptadas para los cálculos de las regalías provenientes de cada uno de los recursos energéticos con los que cuenta la Provincia del Neuquén, se proyectó un total de regalías de $288.089 millones y un canon extraordinario de producción de $8.929 millones. Las de petróleo subirán un 193%, las de gas un 172%. Lo que Neuquén prevé gastar llegaría a los 800 mil millones.
Además de las regalías que, de por sí, ascienden al 36% de los ingresos, se suma que en un 80% del impuesto a los Ingresos Brutos depende de la actividad hidrocarburífera. Por lo tanto cualquier variación externa, que no maneja Neuquén, ocasiona un tembladeral en el 70% de los ingresos que tiene la provincia. El restante tercio es la coparticipación federal.
Hasta ahora la campaña electoral de cuatro de los seis candidatos a gobernador se basa en el concepto de “reformular la distribución” donde el 82,4% está destinado a gasto corriente, personal y mantenimiento del Estado, y el resto a inversión de capital. O sea, la redistribución de ese 17,6% , siempre y cuando se mantengan más o menos estables las variables macro a nivel nacional e internacional. No es políticamente correcto decir que se va a tocar la nómina salarial o que se van a aumentar los impuestos y, entonces, la recurrencia al endeudamiento enmascara decisiones de fondo.
Administrar nada más y nada menos que un gasto público per cápita de $1.107.420 es lo que tracciona en una disputa por los votos que tiene un escenario particular. El rompecabezas en que se transformó “la oposición” al MPN que ahora es contra el sector Azul del MPN con una externa que tiene un retador, el diputado nacional Rolando Figueroa. Hizo una demostración de fuerza en la ciudad en la vive, Plottier, donde la dueña de casa, la candidata a vicegobernadora Gloria Ruiz es la intendenta.
La campaña surfea sobre aspectos vinculados a la reformulación de partidas y uso de íconos simbólicos sin tocar cuestiones de fondo.
En su momento, los azules que conduce Jorge Sapag se desgañitaban en los actos hablando pestes de “los que se fueron” en obvia alusión a Figueroa. Ahora lo asumieron y no lo tienen en sus oraciones y harán su propia demostración de fuerza este viernes. Ahora es Figueroa y su ecuménico grupo de agrupaciones, partidos y personas las que encontraron el enemigo común, los azules del MPN contra quienes esparcen sus maledicencias.
El argumento más o menos es cómo puede ser que en una provincia tan rica en gas, uno de los principales planes sociales que tiene el gobierno sea el plan leña al extremo de describir un trabajador petrolero que extrae el hidrocarburo y cuando llega a su casa debe calefaccionar a sus hijos con leña.
Habrá que ver si los diagnósticos que aglutinan a quienes duermen con el enemigo, en casa, resulta atractivo para el 16 de abril.
Los azules, en tanto, surfean en resultados de la gestión y recurren, porque siempre es efectivo, al recurso de ubicar el enemigo no en casa, sino en Buenos Aires, en la antinomia unitarios y federales. Si hay algún escollo, como por ejemplo el hecho de que el líder es también asesor a título gratuito del ministro de Economía, Sergio Massa, existe la variación de “defender lo nuestro” que siempre suma puntos a la hora de hacer campaña y aglutinar intereses.
Una muestra gratis la dio la disputa simbólica que se dio con el famoso mapita del MPN que no es más ni menos el contorno del mapa de Neuquén. Para darle un toque épico a la disputa el mismísimo gobernador Omar Gutiérrez escribió: “La Justicia Federal le dijo no a la utilización de los símbolos del Movimiento Popular Neuquino, impidiendo la maniobra de engaño y el intento de confundir al electorado”.
Se discute la decoración de la casa pero, hasta ahora, hay que ver cómo están los cimientos.
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