Alertan que nada pararía una crecida máxima del río Neuquén: «Están en peligro ciudades, cultivos y Vaca Muerta»
Ingenieros le presentaron al gobierno un documento que advierte los efectos “destructivos” que podrían tener futuras crecidas y reflota el proyecto de Chihuido. Diputados le llevaron el reclamo al gobierno nacional.
Las recientes inundaciones en Bahía Blanca y algunas localidades del norte de la provincia de Buenos Aires reavivaron las alertas en la región frente a la posibilidad de que una crecida extraordinaria del río Neuquén genere “efectos destructivos” en las localidades aguas abajo de las presas.
Las miradas están puestas en Portezuelo Grande, cuya capacidad actual no podría soportar el caudal máximo posible que, según nuevos estudios, podría alcanzar frente a un fenómeno meteorológico extremo.
Un reciente documento elaborado por la Academia Nacional de Ingeniería planteó esta preocupación al gobierno de Neuquén y al gobierno nacional y planteó como la mejor solución posible la construcción de la represa Chihuido I, cuyo proyecto se mantiene frenado desde hace varias gestiones.
El informe, firmado por Oscar Vignart y Tomás del Carril fue entregado esta semana al ministro de Planificación de la provincia, Rubén Etcheverry, durante una reunión en Buenos Aires.
Allí plantearon que, si el caudal del río Neuquén superase los 11.000 m3 por segundo, “sobrepasaría la capacidad de control de la presa Portezuelo Grande, lo que implicaría el anegamiento de amplias superficies, arrasaría los valles y generaría enormes pérdidas humanas, ambientales, productivas y económicas en general”. “Están en peligro ciudades, cultivos y el desarrollo de los proyectos de gas y petróleo asentados en zonas potencialmente inundables”, afirmaron sobre Vaca Muerta.
Los ingenieros recordaron un evento de julio del 2006, “cuando el riesgo de desborde y rotura del dique Portezuelo Grande estuvo a pocos centímetros de volverse realidad y dejar bajo el agua a todo Cipolletti y alrededores de la provincia de Río Negro”.
Ese dique es la primera muralla de contención del río Neuquén, dado que se encuentra ubicado sobre el cauce original y deriva la mayor parte de sus aguas hacia el embalse Los Barreales.
Se estima que entre el 12 y el 13 de julio de ese año ingresaron alrededor de 10.347 m3 por segundo de agua a Portezuelo Grande, habiendo sido construido todo el sistema para soportar un tope máximo de 11.500 m3 por segundo.
El episodio motivó una presentación judicial que inició una vecina de Cipolletti, Rosa Cristina Rozniatowski, y que terminó con un fallo de la Corte Suprema de Justicia ordenándole al Estado Nacional que aumente la capacidad de contención de Portezuelo Grande. Ayer, la Legislatura sancionó una comunicación al gobierno de Javier Milei para plantear la preocupación por la demora en acatar esa sentencia y reclamar que, de forma urgente, se inicien las obras para reforzar la presa.
Oscar Vardé sobre la presa Portezuelo: “Hay que hacer algo”
Ayer el presidente honorario de la Academia Nacional de Ingeniería, Oscar Vardé, dijo en RÍO NEGRO RADIO “los valores máximos de crecida de los ríos se han incrementado en todo el mundo y el río Neuquén, que es un río no regulado como el Limay, tiene valores de incremento muy importantes”.
“Las últimas evaluaciones de la crecida máxima posible anda en los 25.000 m3 por segundo. Frente a esos valores, en la última auditoría que hicimos, dijimos que la única solución posible era la construcción de una presa aguas arriba con capacidad de almacenamiento de la crecida para amortiguar el efecto sobre la obra del complejo Cerros Colorados”.
Por ser la única con algún grado de avance, pese a que se licitó varias veces y nunca comenzó, recomendaron retomar Chihuido, aunque Vardé aclaró que lo que plantean es: “Señores, hay que hacer algo”.
El ingeniero también planteó que, en los últimos años, también “se ha incrementado el valor de los riesgos posibles” dada la explotación en Vaca Muerta. “El impacto de una crecida ya no sería regional, sino que sería nacional porque la detención de la explotación quebraría el esquema que está pensando el gobierno para exportaciones y transición energética”, afirmó.
Vardé dijo que “es muy posible” que se produzca un evento en el corto plazo: “Si hay dos eventos estadísticos recientes, como el de 2006 y el de 2008, no podemos dejar de pensar que esto puede ocurrir en cualquier momento de nuevo”.
La obra de la presa Portezuelo

Portezuelo Grande forma parte del complejo Cerros Colorados, la única obra hidroeléctrica de la región que no embalsa el agua sino que la deriva hacia los lagos artificiales de Los Barreales, presa mediante, al Mari Menuco, desde donde es restituida al río Neuquén.
Al norte de ambos embalses se dejó el cauce histórico del río por el cual corre un caudal ecológico de apenas 12 metros cúbicos por segundo.
La presa de Portezuelo tiene una altura de 12 metros y una capacidad de vertedero de 11.500 m3 por segundo de agua. Su puesta en operación data de 1972. Luego vinieron Loma de La Lata (1974), Planicie Banderita (1977) y El Chañar (1979).
La concesión que, durante décadas, tuvo la firma Orazul Energy, es una de las que venció en 2023 y fue sujeta a sucesivas prórrogas por parte del gobierno nacional, a la espera ahora de una nueva licitación.
El proyecto de la represa Chihuido
El complejo Chihuido I, tal cual se proyectó, implica la construcción de una presa a emplazar sobre el tramo medio del río Neuquén, 5 kilómetros aguas abajo de su confluencia con el río Agrio, en el centro de la provincia de Neuquén.
Tendría una altura de 105 metros con una longitud de 1.035 metros y una cota de coronamiento de 631 metros, con capacidad para generar 1.750 gigawatts/hora.
Su construcción nunca comenzó, pero sí se licitó en varias oportunidades. La principal dificultad de la obra es el presupuesto, estimado en unos 2.200 millones de dólares.
Los integrantes de la Academia Nacional de Ingeniería le plantearon al gobierno nacional, en una carta dirigida al ministro de Economía, Luis Caputo, que la cifra “no admite comparación con lo que significaría los daños en la región y las pérdidas de vidas, de bienes, del potencial productivo de las localidades inundadas”.
Las recientes inundaciones en Bahía Blanca y algunas localidades del norte de la provincia de Buenos Aires reavivaron las alertas en la región frente a la posibilidad de que una crecida extraordinaria del río Neuquén genere “efectos destructivos” en las localidades aguas abajo de las presas.
Registrate gratis
Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento
Suscribite por $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora
Comentarios