Prohibir los grafitis solo trajo problemas en La Angostura y proponen una solución

Una organización elaboró, junto a Cultura y Juventud del municipio, una iniciativa para convertir el arte callejero en un atractivo turístico, pero no habría interés por parte de los concejales.

La semana se conoció la ordenanza que prohibía los grafitis y la venta de aerosoles a menores de 18 años en Villa la Angostura y, además, crea un registro donde los compradores tienen que dejar todos sus datos. Artistas, organizaciones sociales y áreas municipales manifestaron su rechazo a la medida, pidieron que «no se criminalice a la juventud» y solicitaron una reunión con el Concejo Deliberante, que terminó trunca por una protesta de vecinos de una toma. Tienen una propuesta superadora, para convertir el «street art» (concepto que refiere al arte callejero) en un atractivo turístico.

La ordenanza 3818 tomó relevancia púbica el fin de semana, con el repudio de la organización «Wakoldas» en sus redes sociales. Quienes rechazan la ordenanza aseguran que está íntimamente relacionada a las protestas que se dieron después del femicidio de Guadalupe Curual, el 23 de febrero de este año.

En este contexto, el domingo aparecieron pintadas en la fachada del Concejo Deliberante, hecho repudiado por la propia institución y por el Municipio. Para la organización «Del Sur Unificación», lo ocurrido demostró que este tipo de ordenanzas tienen efectos contraproducentes, y diseñaron un proyecto superador.

Analía Bensi, directora de la organización, explicó que proponen incorporar la práctica de los grafitis bajo el concepto de street art, como un atractivo turístico más. Ejemplificó que es una estrategia común en destinos como Italia, Brasil, México o Bélgica y que, incluso, fue incorporada en la vecina San Martín de los Andes y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El proyecto establece capacitaciones para contener a los artistas plásticos que se dediquen al grafiti. Tal vez el punto más interesante es que, de aprobarse, ordenaría los espacios en los cuales se podrían realizar este tipo de prácticas, en modalidad de mural, no solo públicos, sino también privados que quisieran sumarse.

Bensi detalló a «Vos A Diario» (RN RADIO 89.3) que la iniciativa se venía trabajando junto a la Subsecretaría de Cultura y área responsable de niñez y juventud, por lo que la ordenanza les tomó por sorpresa y solicitaron una reunión con el Concejo Deliberante.

La artista indicó que solicitaron que sea presencial, respetando las medidas sanitarias, pero con el objetivo de llegar a un acuerdo. Sin embargo, desde el Deliberante determinaron que sea virtual. Lamentó que muy pocos concejales participaron del encuentro, que fue interrumpido por un corte de luz y, luego, quedó frustrado por una protesta de los vecinos de una toma.

Bensi cuestionó las bases legales de la ordenanza. Consideró que no se tuvo en cuenta el artículo 19 de la ley 26.061 que contempla del derecho a la libertad de los niños, niñas y adolescentes para que puedan expresar su opinión en todos los ámbitos. Tampoco la ley 24.240, de defensa del consumidor, que establece que los comerciantes «deberán abstenerse de desplegar conductas que coloquen a los consumidores en situaciones vergonzantes, vejatorias o intimidatorias». Este punto no se podría cumplir con el registro que obliga a los vendedores a solicitar todos los datos personales y anotar hasta el color del aerosol que se está comprando, bajo amenaza de multa.

«Las cosas se resuelven con un diálogo fluido, tiene que haber una seriedad a la hora de plantear este tipo de ordenanzas», reflexionó la artista y manifestó que esperan un accionar rápido de las autoridades, que incluya todos los aspectos de la situación.


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