Pizza en licuadora: la receta rápida y deliciosa que sorprenderá a todos
Olvidate de la levadura y los tiempos de leudado. Te enseñamos a preparar una masa casera, ligera y crocante usando solo tu licuadora. La solución definitiva para una cena rápida y deliciosa.
Lista de Ingredientes
Leche: 2 tazas
Huevos: 2 unidades
Manteca pomada: 3 cucharadas
Polvo para hornear: 1 cucharada
Harina 0000: 2 tazas
Sal: 1 pizca
Hay días en los que el antojo de una pizza casera choca de frente con la realidad: no hay tiempo para amasar, no hay ganas de esperar a que la levadura haga su trabajo y, mucho menos, de ensuciar toda la mesada con harina.
Para esos momentos, existe un secreto a voces en el mundo de la cocina práctica: la masa de pizza en licuadora. Lejos de ser una «solución de emergencia», esta técnica se ha perfeccionado para lograr una base suave por dentro y con el borde crocante que todos buscamos.
Inspirada en recetas virales de cocineras prácticas como @euge.ok, esta versión eleva la pizza casera al nivel de «comida rápida» (pero real) que tu cocina necesita.
Pizza en licuadora: ¿por qué la licuadora es tu mejor aliada en esta receta?
Solemos subestimar el poder de la licuadora, relegándola solo a jugos o batidos. Sin embargo, en la pastelería y panadería rápida, es una herramienta fundamental por tres razones:
- Homogeneización perfecta: al procesar a alta velocidad, se eliminan los grumos de la harina instantáneamente, algo que a mano requiere mucho batido.
- Limpieza y orden: todo sucede dentro del vaso. Adiós a los recipientes sucios y a la harina esparcida por la cocina.
- Aireado de la mezcla: la licuadora incorpora aire a la masa (especialmente al batir los huevos y la leche), lo que garantiza que, al hornearse, la base no quede «apelmazada», sino ligera y esponjosa.
Pizza en licuadora: la receta de la masa líquida, sin levadura
Esta preparación rinde para una pizzera grande. La clave del éxito está en el orden de los ingredientes para cuidar tu electrodoméstico y asegurar la textura ideal.
Paso a paso.
La regla de oro de la licuadora.
- Para evitar que las cuchillas se traben, la física es simple: líquidos primero, sólidos después.
- En el vaso de la licuadora, colocá primero las 2 tazas de leche, los 2 huevos y la manteca.
- Licuá brevemente solo para integrar.
Incorporar los secos.
- Con la licuadora detenida, agregá las 2 tazas de harina y la cucharada de polvo para hornear.
- Si tu licuadora no es muy potente, agregá la harina en dos tandas para no forzar el motor.
- Procesá hasta obtener una mezcla lisa y homogénea (similar a la masa de panqueques, pero más espesa).
El horneado en dos tiempos (clave del éxito).
- Precalentá el horno a 180°C (fuego medio).
- Enmantecá y enhariná una pizzera grande.
- Verté la mezcla líquida distribuyéndola bien.
- Llevá al horno durante 20 minutos.
Atención: A diferencia de la pizza tradicional, esta masa necesita cocinarse sola primero para tomar cuerpo. Verás que se infla y se dora ligeramente.
El armado final.
- Sacá la prepizza del horno. Ahora sí, es el momento de la magia.
- Cubrí con una buena salsa de tomate, abundante queso mozzarella y tus toppings favoritos.
- Llevá nuevamente al horno unos minutos hasta que el queso gratine y la base esté bien dorada.
Pizza en licuadora: ideas para coronar tu presentación
La base de esta pizza es neutra y suave, lo que la convierte en un lienzo perfecto para ingredientes frescos. Te sugerimos estas combinaciones para salir de lo clásico:
- La versión fresca: una vez fuera del horno, agregá rodajas de tomate fresco, huevo duro picado y hojas de albahaca recién cortadas.
- La gourmet: queso mozzarella, cebollas caramelizadas y un toque de queso azul.
- La clásica imbatible: jamón cocido, morrones asados y aceitunas verdes.
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