Caída en la vacunación: Neuquén llama a las familias a completar esquemas con una fuerte campaña

Ante la aparición de casos de tos convulsa en bebés y el estancamiento de los índices de inmunización, la Provincia refuerza el "efecto nido" para proteger a los recién nacidos. Instan a promover la "responsabilidad social".

Preocupa la baja en la vacunación, pero Neuquén lanza estrategias para motivar que se completen calendarios. Foto: Archivo

En 2025 siete niños murieron por tos convulsa en Argentina, según indicó el ministro de Salud, Martín Regueiro. En Neuquén se registraron tres casos de coqueluche, dos en menores de 6 meses. La problemática crece y la provincia busca estrategias para motivar a las familias que se completen los esquemas de inmunización. «Nos enfrentamos con niños, ya no tan niños, que no se están vacunando, que tienen ocho o 10 años y que no tienen ninguna vacuna», aseguró.

Señaló que el plan es ampliar los horarios de vacunación para que estén habilitados tanto a la mañana como a la tarde, promover la vacunación en festivales nacionales y reforzar eventos especiales como «La noche de las vacunas» que se realizará este viernes 19 de diciembre de 18 a 22.

La estrategia es salir a buscar a la población en lugar de esperar en los consultorios. El foco apunta al núcleo familiar. «Tiene que haber una responsabilidad social. Si yo me vacuno cuido a mi entorno familiar. Imagínate que en el coqueluche la mujer embarazada, si se vacuna y su grupo familiar se vacuna, le da protección a ese recién nacido. Eso se llama efecto nido: con el grupo familiar contenés que se contagie«, resaltó Regueiro.

Las cifras en Neuquén: «Estamos muy lejos del ideal del 95%»


La infectóloga y referente del Programa Provincial de Tuberculosis, María Paula Bernachea, indicó que la cobertura general en la provincia ronda el 78%, una cifra cercana a la media nacional, pero por debajo de la meta óptima del 85% y lejos del 95% necesario para la inmunidad de rebaño.

Si bien Neuquén se posiciona como una de las jurisdicciones con mejores índices a nivel nacional, los números actuales inquietan. Si las cifras se desglosan por rango etario, el nivel de inmunización infantil cae drásticamente.

Regueiro detalló que, mientras la vacunación en menores de un año alcanza el 83,2% y sube al 86% a los 12 meses, la adhesión se desploma al 74% en la franja etaria de 15 a 18 meses. Comentó que este descenso abrupto de más de diez puntos porcentuales en la segunda infancia expone una grieta en el seguimiento médico.

«En sí estamos por abajo del 95 ideal. Estamos atrás de mejorar los calendarios de vacunación», señaló el ministro de Salud y recalcó: «Tenemos que buscar la manera de activamente que la comunidad se vacune».

¿El éxito de las vacunas, su propio fracaso?


Regueiro explica este fenómeno como la «paradoja de las vacunas». «El éxito que tienen las vacunas es la causa de que hoy la gente no quiere vacunarse. El éxito de las vacunas es su propio fracaso», enfatizó.

Señaló que al desaparecer enfermedades de alta contagiosidad y mortalidad, gracias a la inmunización histórica, se genera una falsa sensación de seguridad. La población deja de percibir el riesgo porque la enfermedad ya no es visible en la vida cotidiana.

A esta percepción se suma el impacto cultural que dejó la pandemia. Según Bernachea, el debate ideológico en torno a las vacunas contra el COVID-19 afectó la confianza en el calendario general. Advirtió sobre la proliferación de discursos sin aval científico y remarcó la necesidad de información clara: según la OMS, la vacunación global evitó más de 150 millones de muertes, una efectividad que ningún otro tratamiento médico iguala.

«Uno siempre pone en balanza riesgo-beneficio. La vacuna tiene mucho más beneficio que riesgo, pero no es cero. Entonces (los antivacunas) se agarran de ese mínimo riesgo que tiene y no logran ver el beneficio que trajo la vacuna a nivel mundial», enfatizó la infectóloga.

La consecuencia directa de las bajas coberturas es la reaparición de patologías prevenibles. La mayor preocupación reside en el coqueluche (tos convulsa), una enfermedad bacteriana que puede ser letal en los primeros meses de vida. A nivel nacional, el último año registró siete muertes de niños menores de dos años por esta causa. En Neuquén, el sistema de vigilancia detectó recientemente un caso en un bebé de dos meses, tres en total en 2025.

Bernachea mencionó el riesgo latente del sarampión, un virus que, si bien no presenta casos autóctonos en la provincia, amenaza con regresar debido a la baja adhesión. «Es muy antigua la vacuna y es muy efectiva, pero lo que está pasando a nivel mundial es la no vacunación para el sarampión y la coqueluche», agregó.

Búsqueda activa y horarios extendidos: la estrategia en Neuquén


Para contrarrestar esta situación, Salud implementa un plan de acción multidimensional que prioriza la accesibilidad. El objetivo es eliminar las barreras horarias y geográficas. La mayoría de los centros de salud extienden su atención hasta las 20 horas.

La estrategia incluye la «Noche de las Vacunas» y la presencia de postas sanitarias en eventos masivos como la Fiesta de la Confluencia y ferias locales. La premisa es clara: aprovechar la circulación recreativa de las familias para completar los esquemas. Además, la escuela se mantiene como un pilar fundamental para el control y la aplicación de dosis en niños y adolescentes.

Respecto a la obligatoriedad, las autoridades optan por la persuasión antes que la sanción a los padres que no vacunan a sus hijos. Aunque la vacunación es un derecho del niño y existen herramientas legales para imponerla, Regueiro advirtió que la judicialización inmediata suele alejar a las familias vulnerables del sistema sanitario. Los equipos médicos apuestan al acompañamiento y la educación para derribar mitos.


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