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Cátedra de la Unesco respaldó la interculturalidad en la Universidad Nacional del Comahue

Daniel Mato, investigador del Conicet y catedrático de la organización internacional explicó cuán importante es terminar con la educación monocultural. Hay varias experiencias en Países de Amércia Latina, dentro de universidades públicas, con presupuesto estatal.

Una cátedra de la Unesco, dedicada a la investigación y generación de políticas públicas tendientes a erradicar el racismo y brindar equidad de oportunidades de educación superior a los pueblos indígenas y afrodescendientes de América Latina, destacó el proyecto de la Universidad Nacional del Comahue (UNCo) de transformarse en la primera universidad intercultural de Argentina.

El pasado 1 de julio, al jurar como rectora de la casa de altos estudios, la historiadora y exdecana de Humanidades, Beatriz Gentile, anunció que aspiran a convertir a la UNCo en la primera universidad intercultural del país. La propuesta sería presentada ante la Asamblea Universitaria, que estiman podría conformarse a partir del próximo año. «Queremos desandar el camino de la colonialidad del saber. Desarmar el paradigma civilizatorio, reconocernos en otras culturas e identidades. No se trata de banderas, hablamos de reconocimiento de derechos, hablamos de trazar puentes que nos acerquen en vez de tabicar el saber, la dignidad y la memoria. Ojalá podamos al final de este mandato saludar que la Asamblea Universitaria consagre a la UNCo como la primera universidad intercultural de la Argentina», dijo en su discurso.

Daniel Mato, investigador del Conicet y director de la cátedra Unesco “Educación Superior y Pueblos Indígenas y Afrodescendientes en América Latina” de la Universidad Nacional Tres de Febrero, explicó la importancia de estos proyectos interculturales que ya cuentan con antecedentes en otros países latinoamericanos.

“La descolonización de las universidades convencionales o monoculturales es el objetivo. También lo es su interculturalización, es decir su transformación para que sean pertinentes con la pluralidad cultural de las sociedades de las que forman parte. Esto demanda no solo que se incorporen miembros de los pueblos indígenas como estudiantes, docentes, investigadores, directivos y funcionarios, sino también que se incorporen sus visiones del mundo, sus conocimientos acumulados, sus modos de producción de conocimientos, sus modalidades de aprendizaje e idiomas”, definió.

Estas universidades e instituciones de educación superior interculturales se orientan a la creación de carreras, tecnicaturas, diplomaturas, licenciaturas y especializaciones en diferentes áreas del saber académico (todas con planes oficiales), pero entrelazando las metodologías, conocimientos, visiones del mundo y procesos “convencionales” con aquellos propios de los pueblos indígenas. Incluso plantean la incorporación de la lengua indígena, es decir, una Educación Intercultural Bilingüe. Estas instituciones de educación superior se piensan para personas indígenas y no indígenas.

“La educación intercultural bilingüe (programa creado por el ministerio de Educación de la Nación en 2004) apropiadamente desarrollada y con presupuestos acordes pueden hacer muchísimo para contrarrestar la exclusión, la discriminación y el racismo”, explicó el investigador para empezar a desandar las razones por las cuales urge pasar de lo meramente declarativo a lo fáctico en lo que a interculturalidad se refiere.

Se incluye el hecho de que el acceso a una educación que responda a sus necesidades particulares, que abarque su historia, sus conocimientos y técnicas, sus sistemas de valores y aspiraciones culturales, es un derecho de los pueblos indígenas garantizado por la Constitución Argentina, la Organización Internacional del Trabajo y por la Organización de Naciones Unidas. Pero en Argentina esto no se cumple. Además, la ley de Educación Superior, vigente desde 1995, “asegura derechos para personas con discapacidad, por género y orientación sexual, pero nada dice sobre los pueblos indígenas y los afrodescendientes. Esto no solo es inconstitucional sino que también, es discriminatorio”, aseguró Mato.
La conquista y colonización de pueblos indígenas, no solo los despojó de sus territorios, sino también sus lenguas fueron prohibidas, especialmente en las escuelas y sus conocimientos fueron sistemáticamente desacreditados.

Daniel Mato, doctor en Ciencias Sociales, investigador principal del CONICET, y director de la Cátedra UNESCO «Educación Superior y Pueblos Indígenas y Afrodescendientes en América Latina» de la Universidad Nacional Tres de Febrero

Según el censo 2010, la provincia de Neuquén tiene una población indígena o descendiente de pueblos indígenas de 43.357 habitantes (el 8% del total provincial). De ese total, el 7% mayor de 20 años, tiene estudios superiores universitarios y no universitarios completos. En la provincia de Río Negro, el pueblo indígena está integrado por 45,375 personas, el 7,2% del total rionegrino. El 6,9% mayor de 20 años completó sus estudios superiores. Al nivel nacional, el 10,99% de la comunidad indígena tiene estudios universitarios o no universitarios completos.

“Argentina aún carece de políticas específicas para responder a los problemas particulares de acceso, trayectoria y graduación en el ámbito de la educación superior de las personas de comunidades indígenas. Argentina es uno de los países más atrasados en América en esta materia y eso es doblemente grave porque en temas de Derechos Humanos es uno de los más adelantados del mundo. Este contraste ha sido señalado en informes de relatores de Naciones Unidas”, agregó Mato.

Censo 2010

43.357
habitantes de Neuquén pertenecen o son descendientes de pueblos indígenas. El 8% del total.

45.375
personas de Río Negro manifestaron ser parte o descender de una comunidad indígena. El 7,2% del total.

7%
del total de la población indígena, mayor de 20 años, que vive en Neuquén tiene estudios superiores completos.

6,9%
del total de los miembros de comunidades indígenas de Río Negro finalizó sus estudios superiores.

Algunos ejemplos en universidades públicas de América Latina

• México. Desde 1982, la Universidad Pedagógica Nacional ofrece la licenciatura en Educación Indígena. En estas licenciaturas se formaron ya más de 35.000 docentes. En 1994 la Universidad Nacional Autónoma instituyó el programa de Estudios de la Diversidad Cultural e Intercultural que cada año ofrece mil becas a estudiantes indígenas y un seminario que anualmente cursan más de 1.000 estudiantes de diversas facultades. Desde 2003, la secretaría de Educación Pública Nacional impulsó la creación de 12 universidades interculturales. Una de ellas es la Universidad Veracruzana Intercultural, creada en el ámbito de una universidad pública y autónoma. Actualmente tiene 318 estudiantes, distribuidos en 5 sedes, 4 ubicadas en territorio indígena.

• Brasil. En 2005, el ministerio de Educación financió la creación de licenciaturas para la formación de docentes indígenas en 16 universidades e institutos federales, que ya graduaron a más de 7.000 docentes de comunidades indígenas. En 2014, la Universidad Estadual de Londrina estableció un programa para fortalecer la apropiación de la lectura, oralidad y escritura académica, así como la pertenencia étnico-comunitaria y la pertenencia académica de los estudiantes indígenas. Este programa logró reducir la tasa de deserción de estudiantes indígenas de 52% a 14%.

• Nicaragua. En 1998, un grupo de líderes afrodescendientes, mestizos y de cuatro pueblos indígenas fundó la Universidad de las Regiones Autónomas de la Costa Caribe Nicaragüense. La Uraccan cuenta con 9.916 graduados y 8.300 estudiantes en 29 carreras de grado como Medicina Intercultural, Enfermería Intercultural y Psicología en contextos multiculturales, entre otras; maestrías en Cosmovisiones del Buen Vivir con énfasis en Cambio Climático, Comunicación Intercultural y Antropología. Además, sumó un doctorado.

dato

15
lenguas indígenas por lo menos hay en Argentina, pero la única oficial es el español.

El derecho a la Educación Intercultural Bilingüe

La incorporación de las lenguas de las comunidades indígenas en la educación superior, es una de las tantas urgencias a atender. En 2004 el ministerio de Educación de la Nación creó el programa de Educación Intercultural Bilingüe (EIB) y dos años después, la ley de Educación Nacional instituyó la EIB como una de las modalidades alternativas del sistema educativo. Sin embargo, poco se hizo para implementarla.

“La aplicación de la EIB en Argentina ha sido muy deficiente. Esto fue señalado por organizaciones indígenas y especialistas en el tema, así como por informes de relatores de Naciones Unidas. En 2011 se comenzó a avanzar en esta materia, pero en 2016 estos avances se detuvieron”, comentó Daniel Mato, director de la cátedra Unesco Educación Superior y Pueblos Indígenas y Afrodescendientes en América Latina, de la Universidad Nacional Tres de Febrero.

Según una encuesta complementaria de pueblos indígenas, entre 2011 y 2016 el número de maestros o auxiliares de lengua y/o cultura indígena pasó de 1.237 a 1.827. Pero ese incremento se redujo a partir de 2016.
En el país se hablan al menos 15 lenguas indígenas, pero la única oficial es el español. La provincia de Chaco reconoce tres lenguas indígenas y tiene una amplia oferta de carreras de formación de docentes de EIB en estas tres lenguas. La provincia de Corrientes reconoce una, pero no ha hecho nada análogo. La provincia de Salta llegó a tener nueve profesorados de este tipo, pero en 2015 seis de ellos fueron cerrados. En el resto del país no hay instituciones estables de formación de docentes en EIB”, detalló Mato.
En un informe elaborado en conjunto, la Pastoral Nacional Aborigen, universidades y organizaciones indígenas consideraron que “el derecho a la EIB continúa sin estar garantizado debidamente”.


El acceso a una educación que atienda a sus necesidades particulares es un derecho garantizado por la Constitución Argentina, la OIT y por la Organización de las Naciones Unidas. La ley de Educación Superior, vigente desde 1995, asegura derechos para personas con discapacidad, por género y orientación sexual, pero nada dice sobre los pueblos indígenas y afrodescendientes. Esto no solo es inconstitucional sino que también, es discriminatorio”. Daniel Mato.


Equidad, el término clave

Hay un concepto que en su definición es fundamental para el desarrollo de estas universidad e institutos de educación superior interculturales.

El término equidad adquiere en este sentido un valor superlativo.

Cuando se habla de interculturalidad no se habla de igualdad en el sentido de dar lo mismo, en la misma forma a todos los sectores de una misma sociedad.

Para que se aplique efectivamente el derecho a la educación superior de los pueblos indígenas es necesario hablar de equidad. Se trata de darle lo mismo a todos los miembros de una sociedad (indígenas, no indígenas), pero no de la misma manera ni en la misma cantidad y quizás no al mismo tiempo. Tal como lo explica el dibujo que da la vuelta al mundo, en el que el reparto de cajones es equitativo cuando se tienen en cuenta las particularidades de cada uno de los individuos.


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