Un acuerdo de conservación en Chile asegura la protección de una cuenca clave para la Patagonia argentina

El resguardo de 133.000 hectáreas en el sur de Chile consolida un corredor ambiental binacional, protege la cuenca del río Puelo y refuerza la conservación de ecosistemas compartidos a ambos lados de la cordillera. Alberga especies endémicas y amenazadas, como el monito del monte, la ranita de Darwin y el huemul.

Río Puelo, un río de 120 km que proviene desde el Lago Puelo en Argentina y de otros afluentes en el lado chileno. Recientemente fue oficialmente protegido como Reserva de Caudal con fines de preservación ecosistémica. Foto: José Miguel Calvo

La protección del corazón de Cochamó, en la Patagonia norte de Chile, tiene impacto directo del lado argentino. Tras una campaña internacional de recaudación de fondos, la alianza Conserva Puchegüín logró reunir más de 78 millones de dólares para adquirir el Fundo Puchegüín, un predio de 133.000 hectáreas de bosques, ríos, lagos, humedales y glaciares ubicado en una zona estratégica para los ecosistemas compartidos entre Chile y Argentina.

Alrededor de 1,6 millones de hectáreas en Chile y Argentina


El área forma parte de la cuenca binacional del río Puelo, que nace en la Patagonia argentina y fluye hacia el Pacífico, y constituye una pieza clave dentro de una red de áreas protegidas que se extiende por alrededor de 1,6 millones de hectáreas a ambos lados de la cordillera. Su conservación contribuye a resguardar la calidad del agua, la biodiversidad y la estabilidad ambiental del oeste patagónico, en un contexto de creciente presión sobre los territorios andinos.

La compra pone fin a años de incertidumbre sobre el futuro del fundo, luego de que su anterior propietario lo pusiera a la venta en 2022. Con el proceso de inscripción de la tierra ya finalizado, se abre ahora una nueva etapa orientada a la protección duradera y a la gestión de largo plazo del territorio.

Alerce milenario, el rojizo y emblemático árbol chileno que está protegido por ley. Estudios han revelado que puede llegar a almacenar enormes cantidades de carbono, siendo claves para mitigar la crisis climática. En Puchegüín se encuentran el 11% de los alerces del mundo.Foto: Matthew Scott

Un modelo de gestión con base local y científica


Conserva Puchegüín es una iniciativa de conservación impulsada desde el propio valle y liderada por la organización territorial Puelo Patagonia, junto a fundaciones y organizaciones internacionales dedicadas a la protección ambiental. Además de conducir el proceso de adquisición, la alianza desarrolló durante los últimos años un trabajo técnico sostenido en terreno, con monitoreos de fauna y bosques, acciones para ordenar el turismo y un vínculo permanente con las comunidades de la comuna de Cochamó.

El modelo de gobernanza que comienza a implementarse prioriza la participación comunitaria y la conservación basada en evidencia científica. Según el plan en elaboración, hasta un 20% del área podrá destinarse a usos sustentables, como actividades agrícolas y turismo de bajo impacto, mientras que al menos el 80% quedará bajo protección estricta. La nueva legislación chilena en materia de áreas protegidas habilita la creación de zonas de conservación de usos múltiples en sectores ya utilizados por pobladores y visitantes, y proyecta la conformación de un parque nacional en las áreas ecológicamente más sensibles y de difícil acceso.

Un arriero con su caballo en el histórico sendero hacia Paso el León. Este sendero ha sido principalmente construido y arreglado por años por la comunidad local. Antiguamente era una ruta que se ocupaba para trasladar ganado entre Chile y Argentina. Hoy se sigue ocupando para el traslado de ganado, pero también es una ruta de trekking binacional que une Cochamó con el Río Manso (Argentina), atravesando la Cordillera de los Andes por senderos antiguos de arrieros y culturas ancestrales, ofreciendo paisajes de bosques nativos, ríos cristalinos y montañas. Foto: Valentina Thenoux

Hábitat del monito del monte, ranita de Darwin y huemul


El Fundo Puchegüín alberga extensos ecosistemas terrestres y de agua dulce, y es hábitat de numerosas especies endémicas y amenazadas, como el monito del monte, la ranita de Darwin y el huemul, símbolo del escudo nacional chileno. La diversidad de sus ambientes y la conectividad entre ríos, bosques y humedales cumplen un rol clave en la regulación hídrica, el almacenamiento de carbono y la generación de refugios climáticos frente al aumento de las temperaturas.

El huemul es un ciervo que solo se encuentra entre Chile y Argentina. Desde hace décadas se encuentra en serio peligro de extinción. Recientemente una investigación realizada por Puelo Patagonia reveló el hallazgo de una subpoblación de huemules en el Fundo Puchegüín, la más al norte de la Patagonia chilena. Foto: Benjamín Valenzuela

Desde una mirada regional, su protección refuerza la conectividad ecológica de la Patagonia andina y favorece la conservación de especies que se desplazan entre ambos países. Para las provincias argentinas del oeste patagónico, esto implica un beneficio ambiental indirecto pero concreto, asociado al cuidado de cuencas compartidas y a la preservación de servicios ecosistémicos esenciales.

Una fundación para asegurar la protección a largo plazo


En agosto de este año se constituyó la Fundación Conserva Puchegüín, una organización chilena sin fines de lucro que hoy es la propietaria del terreno y la responsable de garantizar su protección en el tiempo. La entidad cuenta con un directorio independiente y tiene como misión resguardar la naturaleza y la cultura del territorio, además de asegurar la participación activa de la comunidad local en las decisiones de manejo.

Tras alcanzar cobertura mediática internacional y reunir los fondos necesarios en un plazo acotado, el proyecto se consolidó como una de las iniciativas de conservación privada más relevantes de los últimos años en Chile. Con la compra del Fundo Puchegüín, el valle de Cochamó deja atrás la incertidumbre sobre su destino y se proyecta como un área protegida de gran escala, cuyo resguardo trasciende fronteras y refuerza la protección ambiental de toda la Patagonia.

La protección del Fundo Puchegüín fue posible a partir de una alianza integrada por Puelo Patagonia, The Nature Conservancy (TNC), Freyja Foundation, Patagonia y Wyss Foundation, junto con el aporte de fundaciones filantrópicas y donantes individuales de Chile y del exterior. Según se informó, el esquema de financiamiento colectivo permitió reunir los fondos necesarios no solo para asegurar el territorio, sino también para sostener su gestión ambiental y el trabajo con las comunidades locales en el largo plazo.


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