Auge y caída de Clubhouse, un “nicho pandémico”

Surgida tras el aislamiento global, la aplicación se presentaba como un chat de voz en vivo. Llegó a más de 9 millones de usuarios, pero cayó un 82% tras la pandemia.

El mundo de la tecnología atravesó un período de acelerado hype durante la pandemia, con cientos de aplicaciones que explotaron (quizás TikTok sea el ejemplo más claro), juegos que volvieron a ponerse de moda, tendencias y muchos más movimientos. El universo tech fue uno de los más beneficiados por aquella necesidad de quedarse en casa para evitar los contagios, y en ese furor, algunos experimentos fueron lanzados como grandes promesas.


Pocos casos ejemplifican tan bien aquel desmedido furor como Clubhouse, la red social de chats de audio en vivo. Es que, según una crónica del sitio especializado Xataka, el golpe fue propocional a aquel abrupto crecimiento: desde su presentación, la cantidad de usuarios cayó 82%. Lo que fácil viene, fácil se va…

Pero, ¿qué era Clubhouse? A grandes rasgos, podemos describirla como una especie de mesa pública de debate, en la que los usuarios podían armar sus propios grupos y charlar sobre diversos temas, cediéndose la palabra entre oradores y oyentes.

La primera aparición de Clubhouse tuvo lugar en septiembre de 2020, con apenas 2.000 usuarios. Para diciembre de aquel año, llegó a registrar 994 mil usuarios con la app instalada. El crecimiento no se detuvo, y para febrero del 2021, Clubhouse contaba con 9 millones 600 mil descargas, un número abrumador. Sin embargo, el alivio de la pandemia hacia marzo generó una caída fuerte. Para mediados de ese año, con alrededor de 7 millones de users, comenzó el derrotero.

La salida del aislamiento, el retorno de la normalidad y el auge de otras redes como TikTok hicieron que Clubhouse perdiera espacio y quedara en el ostracismo.


Es que el final del aislamiento alteró nuevamente los hábitos. La gente comenzó a salir de casa, y ya no había tanto tiempo para espacios de debate en vivo. En ese contexto, comenzaron a ganar espacio otras aplicaciones como TikTok, y los números de Clubhouse bajaron progresivamente. Tanto, de hecho, que hoy se ubican en una cifra impensada para el éxito que supo tener.

Fue un ejemplo más de esos experimentos que prometían revolucionar las redes y que, meses después, caían por su propio peso. Pasó también con la red social de Trump, por ejemplo. Es que la web no perdona: o te reinventás constantemente, o te despedís… y en el caso de Clubhouse, no hubo reinvención que sirva.


Tres motivos por los que funcionó de inmediato



En aquel momento, fue un punto importante su promesa de calidad, con un audio de alto nivel y una interfaz funcional.

La exclusividad también hizo lo suyo: al principio solo se podía acceder por invitación. Y si bien luego se liberó el acceso, generaba cierta sensación de pertenencia.

Por último, pero no menos importante, no podemos soslayar la rápida adaptación que hicieron otras redes sociales. Twitter, por ejemplo, lo incorporó como “Spaces”, y todos querían consultar «el original», que era Clubhouse.


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