¡Más de 70 ballenas desde la costa!: cómo es vivir el avistaje en Puerto Madryn a metros de ellas

En las playas de El Doradillo no hace falta embarcarse para observarlas muy de cerca. Este espectáculo único convierte a Chubut en uno de los destinos más elegidos del invierno. Mirá las mejores imágenes y viajá con nosotros.

El mar está quieto. Desde la playa, se escucha apenas el zumbido del viento y un soplido profundo que corta el silencio. En el agua, a menos de 50 metros de la costa, aparece el lomo oscuro y macizo de una ballena franca austral. Detrás, más pequeña, asoma su cría. Juntas se sumergen y reaparecen minutos después, en un vaivén sereno que se repite una y otra vez.

Con Diario RÍO NEGRO viajamos al Área Natural Protegida El Doradillo, a tan solo 15 kilómetros de Puerto Madryn, en la provincia de Chubut. Cada invierno, entre los meses de junio y noviembre, estas costas se transforman en el hogar temporal de cientos de ballenas que migran hacia aguas más templadas para parir, amamantar y socializar. Pero lo que hace verdaderamente extraordinario a este lugar es que el avistaje puede hacerse desde tierra firme, sin embarcarse ni interferir en el comportamiento de los animales.

Fotos: Alejandro Carnevale.-

El Doradillo no es una playa cualquiera. Su geografía le otorga características excepcionales: el mar tiene una profundidad considerable a pocos metros de la orilla, lo que permite que las ballenas se acerquen con facilidad. Además, la protección natural que ofrecen las barrancas y la orientación del Golfo Nuevo generan condiciones favorables de resguardo para las madres y sus crías.


Reviví la transmisión de Diario RÍO NEGRO en Puerto Madryn



Declarada área natural protegida en 2001, esta franja de costa patagónica se convirtió en un emblema de la conservación marina y en uno de los pocos lugares del mundo donde es posible ver cetáceos de gran tamaño sin necesidad de una embarcación. Desde la playa, los visitantes pueden observar los soplidos, las colas saliendo del agua, los desplazamientos laterales y, con algo de suerte, hasta un salto completo.

Durante los fines de semana recientes, cientos de personas se acercaron a esta playa emblemática para disfrutar de las primeras ballenas de la temporada. El clima acompañó con días soleados y vientos calmos, lo que potenció aún más el avistaje. En paralelo, el acceso mejorado gracias a la obra de pavimentación parcial del camino permitió que más turistas y familias locales llegaran hasta allí sin dificultad.

La ballena franca austral (Eubalaena australis) es una especie migratoria que puede alcanzar los 16 metros de longitud y pesar hasta 50 toneladas. Su cuerpo es oscuro, sin aleta dorsal, y se distingue por las callosidades blancas únicas que posee en la cabeza, que alojan colonias de pequeños crustáceos llamados ciamidos.

Estas ballenas se alimentan en verano en las frías aguas del Atlántico Sur, principalmente de kril y copépodos, y en invierno se trasladan hacia zonas más templadas para cumplir con su ciclo reproductivo. La costa chubutense, especialmente el Golfo Nuevo y el Golfo San José, ofrece condiciones ideales para esta etapa vital.


Un vínculo estrecho entre madre e hijo


Durante su estancia, las hembras amamantan a sus crías y enseñan comportamientos básicos como la respiración, la orientación y el desplazamiento. El vínculo entre madre e hijo es estrecho y visible desde la costa: se los puede ver nadando juntos, flotando en paralelo o realizando movimientos sincronizados.

Las crías nacen con unos 4 a 5 metros de largo y pueden aumentar entre 50 y 70 kilos por día gracias a la leche materna, una de las más calóricas del reino animal. Esta etapa es crítica para el crecimiento inicial y por eso se prioriza que las áreas de avistaje tengan un manejo respetuoso y sin perturbaciones.


Invierno marino en Puerto Madryn


Aunque muchos viajeros asocian el invierno con destinos de montaña y nieve, Puerto Madryn se posiciona como una alternativa distinta y poderosa dentro del turismo nacional. Aquí, la temporada invernal tiene al mar como protagonista y al avistaje de ballenas como experiencia central.

Para quienes viajan en familia, el invierno en Chubut resulta ideal: menos aglomeraciones, tarifas más accesibles y paisajes naturales abiertos al asombro. Además, las ballenas se pueden observar también desde la propia ciudad: en el muelle Comandante Luis Piedra Buena o en la playa Paraná, muchas veces se dejan ver a simple vista.


Recomendaciones para disfrutar la temporada


La temporada de avistaje se extiende hasta mediados de noviembre, aunque los mejores meses suelen ser agosto, septiembre y octubre, cuando hay mayor concentración de ejemplares. Para observarlas desde la costa, se recomienda ir con ropa de abrigo, binoculares, cámara fotográfica y paciencia. El comportamiento de las ballenas es impredecible, y eso es justamente parte del encanto.

El acceso a El Doradillo es gratuito y se puede realizar en vehículo particular, bicicleta o excursiones contratadas. No se permite ingresar con mascotas ni realizar actividades que generen ruido o impacto. La recomendación general es simple: mirar, disfrutar y respetar.

Las ballenas francas australes estuvieron al borde de la extinción. Fueron cazadas durante siglos hasta que su protección internacional comenzó a dar resultados. Hoy, lentamente, sus poblaciones se recuperan, y las costas patagónicas se consolidan como su refugio estacional.

Puerto Madryn mantiene con ellas un vínculo que es natural, histórico y también económico: su presencia dinamiza la actividad turística, genera conciencia ambiental y permite que miles de personas se acerquen a la naturaleza desde una perspectiva responsable.

Y cada año, cuando el soplido corta el silencio y una cola emerge en el horizonte, se confirma que las ballenas han vuelto a casa. Desde la costa, solo queda observar, enmudecer y agradecer.


Por qué Puerto Madryn es ideal:


  • Temporada extensa: Entre junio y diciembre, especialmente en Península Valdés, se concentran miles de ejemplares para aparearse y parir.
  • Avistajes desde la costa: En el Área Natural Protegida El Doradillo, a solo 15 km del centro, las ballenas se acercan a menos de 20 metros de la orilla.
  • Alta densidad de ejemplares: Según el Instituto de Conservación de Ballenas, se han registrado más de 1.400 ballenas en simultáneo en la zona.
  • Opciones seguras y reguladas: Se pueden hacer salidas embarcadas desde Puerto Pirámides, el único puerto autorizado dentro de la reserva.
  • Conservación activa: La especie estuvo al borde de la extinción y hoy encuentra aquí una de las poblaciones más saludables del planeta.

Además, Puerto Madryn ha sido nombrada Capital Nacional del Buceo y del Avistaje de Ballenas, reforzando su posicionamiento como destino privilegiado para el turismo de naturaleza.


Reviví el espectáculo


La cobertura especial de Diario RÍO NEGRO desde El Doradillo permitió vivir en tiempo real uno de los momentos más esperados del invierno patagónico. Nos acompañaron el fotógrafo de fauna marina Maxi Jonas, la secretaria de Turismo de Puerto Madryn, Cecilia Pavia y la guardaparque Karina Arezo. Junto a ellos, compartimos el avistaje en vivo de ballenas francas australes, conversamos sobre la importancia de su conservación, las recomendaciones para un turismo responsable y todas las opciones que ofrece Madryn como destino en esta temporada.


La cobertura de RÍO NEGRO fue acompañada por Ente mixto de Turismo de Puerto Madryn.



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