Crimen de Plottier: las defensoras pidieron al jurado que declare no culpable a Sara Miranda

Plantearon que hubo sesgos en la investigación y que no se acreditó el robo del dinero. Señalaron que no está en discusión que la imputada es la autora y apuntaron a las circunstancias en las que se cometió el homicidio.

Las defensoras de Sara Miranda, Celina Fernández y Jorgelina Montero, solicitaron al jurado popular que la declare no culpable del homicidio doblemente calificado de Roque Mora. Afirmaron que no está controvertida la autoría del hecho, es decir la responsabilidad de la imputada, pero sí las circunstancias en las que se cometió.

Montero planteó que la investigación estuvo cargada de prejuicios y de sesgos. Dijo que los policías leyeron la escena del crimen en clave de que hubo una «viuda negra», una expresión que utilizó uno de los testigos y un estereotipo sexual asignado a las mujeres, y que en base a ello se procesó la recolección de evidencia en la casa de la víctima.

Aseguró que el móvil del robo, que explicaría el asesinato para procurarse impunidad, no fue acreditado. Indicó que no se puede establecer el monto de dinero que había en la vivienda. Sostuvo que la imputada tenía en su cuenta ingresos, producto de la venta de un auto y el alquiler de una casa en San Martín de los Andes. Cuestionó que tanto la fiscalía como la querella utilizaran el término tortura, que es una figura jurídica que no forma parte de la calificación por la que se la acusa a Miranda.

Criticó el uso de términos morbosos como que fue un crimen «salvaje», que está asociado a la animalidad. Remarcó que la intención de la imputada fue ir a pedirle trabajo, no robar.

Sobre ese punto se refirió también Fernández cuando indicó que efectivamente ella fue dos veces a la casa y que el merodeo no tuvo que ver con la planificación, sino simplemente con que le daba vergüenza.

La tesis de las defensoras es que ese día Mora quiso tener relaciones sexuales con Miranda. En su alegato de apertura lo dejaron entrever, pero no especificaron ningún detalle del contexto de la agresión. Tampoco lo hicieron en esta oportunidad. Sostuvieron que la historia de violencia sexual y de género de la víctima tiene peso a la hora de entender su accionar.

Fernández especialmente mencionó que si bien es cierto que las otras empleadas a las que la víctima le ofreció tener un vínculo no reaccionaron igual, eso se debe a que no cargaban con la biografía de Sara. Subrayó que si Miranda hubiese actuado de una manera deliberada y con saña no padecería culpa, como dijeron su psiquiatra y psicóloga, y no se encontraría transitando un cuadro de depresión. Destacó el testimonio de su hija, que pidió perdón ante el jurado.


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