Qué es el Coaching, por qué está de moda y cómo elegir un profesional
El coaching ontológico ayuda a las personas u organizaciones a progresar tanto en niveles profesionales como personales. Sus claves están puestas en aumentar fortalezas, desarrollar el potencial, y ser una guía
Cuando los resultados no son los que se desean, lo que se hace es trabajar en la acción.
“Me couchié para una entrevista laboral y pude conseguir el trabajo que quería. Fueron preguntas en las que tuve que reflexionar, pensar en voz alta, ver el objetivo y después tomar decisiones. A mí me sirvió”, dice Mario y refleja lo que muchas personas en todo el mundo hacen en este tiempo.
El coaching ontológico profesional se puso de moda. Las empresas couchean a sus empleados, lo hacen los líderes políticos, los dirigentes de clubes, los futbolistas, los famosos y hasta el vecino para terminar con una relación amorosa. Los que saben sostienen que su éxito se relaciona con los resultados que logra.
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El coaching es una disciplina en la que un coach (o entrenador) asiste a los clientes o coachee a tomar el liderazgo de su vida, y por medio de técnicas y procesos dirigirse a donde la quieran llegar. Acompaña para desarrollar todo el potencial, y elegir las acciones que los conduzcan a sus metas.
Gabriela Greco es master coach ontológico y actual Presidentea de la Asociación Argentina de Coaching Ontológico Profesional (AACOP), en diálogo con Río Negro explica que el coaching es una profesión comprometida con expandir el potencial humano.
“Se hace por elección propia. Este trabajo a veces está en función de las acciones, de la manera de observar la situación, o a sí mismo y en otras, se trata de poder aprender qué transformaciones, en la manera de ser, se necesitan. Trabajamos con una forma de aprender que no es la tradicional, para llevar lo aprendido a la acción”, dijo Greco.
Los dominios en los que se puede intervenir son a nivel personal, laboral, también en organizaciones, y el resultado último que se busca es social, ese es el compromiso de cómo la profesión colabora con cambios con profundidad transformadora.
“La transformación para nosotros es un espacio superador. Un modelo más amplio que el cambio, se basa en que no solo reacciona ante las circunstancias, si no que se elige desde ese resultado, ese compromiso a futuro. Algo elegido, no reactivo”, explicó la profesional.
Los programas, están orientados a que cada uno busque quién es, cuál es su propósito, su visión y no esté condicionado por creencias que lo limitan.
Si bien en la actualidad todos hablan del coaching profesional en términos de moda, no es tan nuevo. La AACOP tiene 21 años. Cuando a Greco se le pregunta a qué se debe el salto grande que dio en los últimos años responde que es porque brinda un servicio, les da a las personas una posibilidad de trabajar y lograr resultados a corto plazo.
“En un contexto como el que estamos viviendo, de cambios rápidos, la persona necesita un acompañamiento para generar un plan de acción”, subraya y suma que, además de lo persona, el aporte del coaching ontológico puede ser fundamental para las áreas de recursos humanos de diferentes industrias o sectores.
Sin caer en la trampa
Desde hace un tiempo, se conoce que algunos grupos de autoayuda que prometen arreglar la vida de quienes se sienten deprimidos, tristes, confundidos o sienten que sus vidas no tienen valor alguno, usan la palabra coaching para intervenir, pero se alejan de los principios de la profesión. Por eso, antes de elegir un profesional se recomienda comprobar algunas cosas.
En la web de la AACOP están los coaches acreditados y las escuelas avaladas para otorgar el título. Sólo se toman en cuenta a todas aquellas en los que los programas de formación son de dos años. Lo que se busca es garantizar a quien los elija estándares de calidad académica y ética, teniendo en cuenta que trabajan con seres humanos.
A su vez, en facultades de la Universidad Nacional de La Plata (Ciencias Económicas) como en otras al menos diez casas de estudio de la Universidad de Buenos Aires incluyen entre sus posgrados al coaching ontológico.
“Cuando algunas cosas no están saliendo como a la persona le gustaría o los resultados no son los que desea, lo que se hace es trabajar en expandir la capacidad de acción. Se trabaja en función del objetivo elegido y no en torno a las causas de las limitaciones”, sostiene Gabriela con seguridad.
No reemplaza a nada
Como profesión, se diferencia de otros tipos de acompañamiento, en que se trabaja en función de un compromiso que la persona o los grupos eligen. En un encuentro, el coach hará preguntas para ver qué los limita, cuales son los obstáculos. De a poco se irá despejado el panorama y la persona descubrirá qué acción debe iniciar.
En este sentido, son respetuosos de otras profesiones que se ocupan de esos abordajes. No reemplaza a otra profesión, como podría ser el psicoanálisis, sino que definen que es complementaria y cuando se trabaja en conjunto los resultados son siempre superadores.
Tartamudez, hablemos en serio
“Las personas llegan porque necesitan clarificar sus objetivos. No resolvemos un inconveniente, ni un problema, ni intervenimos en patologías. Nos enfocamos en niveles de aprendizajes, a través del lenguaje. No es que sabemos lo que tiene que hacer, si no que trabajamos en el proceso elegido por el coachee”, dijo la especialista.
Los coach explican que es un aprendizaje y ellos facilitan, pero es propio. El protagonista es la persona que hace el proceso. El coach escucha y acompaña para que la persona elija el camino de superación.
“Dado la expansión, cada vez más gente lo elige. Una persona para ir a un proceso de coaching no necesita estar mal, necesita tener compromiso con un futuro superador, un desafío que ponga en juego sus límites, que quiera expandirse, generar resultados que no podía”, concluye la coaching y los que lo hacen, aseguran que “el coaching los ayuda a brillar por dentro”.
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