El Gobierno presenta el Presupuesto 2021 con un déficit fiscal de 4,5%
Guzmán enviará este martes el proyecto a la Cámara de Diputados. Contempla además un rebote en la actividad económica de unos 5,5 puntos del PBI. Esos objetivos podrían demandar un fuerte ajuste por la vía de presión tributaria y recorte de subsidios. Un doble desafío para el Gobierno en un año electoral.
El Gobierno Nacional está dando los últimos retoques al proyecto de Presupuesto para el próximo año, que será presentado el martes en la Cámara de Diputados. Contempla un crecimiento del PBI del 5 al 5,5%, y un déficit fiscal primario del 4,5%, lo que obligará a realizar un fuerte ajuste por el lado de una mayor presión tributaria y recorte de subsidios.
En primer término, según comentaron fuentes del Ministerio de Economía de la Nación a RÍO NEGRO el objetivo del proyecto del Presupuesto es asegurar la recuperación económica, en la etapa considerada pospandemia del coronavirus.
“Por eso se ha fijado una pauta relativamente acotada en cuanto a la recuperación de la economía, o el rebote, estableciéndose alrededor del 5,5 por ciento del PBI”, consideró la misma fuente.
Esa mejora económica que implicará un crecimiento considerable de la recaudación necesitará a su vez de medidas adicionales para cerrar el déficit fiscal primario dentro de la pauta del 4,5 por ciento.
Para ello, según comentaron en la cartera económica de la Nación, se espera llegar a cubrir una gran parte con mejora de los recursos por incremento de la actividad y por suba de algunos impuestos, especialmente Ganancias y Bienes Personales.
Se calcula que este año el desequilibrio fiscal finalizará en torno al 8% del PBI, con lo cual, para llegar un déficit del 4,5% del próximo año se estima que aproximadamente dos puntos serán por recupero de recaudación y cambios contenidos en la reforma tributaria y un punto y medio por reducción de subsidios económicos.
Teniendo en cuenta el año electoral y lo que está en juego para el oficialismo, la reducción de subsidios se asegura que será acotada, esencialmente al sector energético y la reducción parcial de los programas de asistencia implementados este año debido a la pandemia.
Paralelamente, el Ministerio de Economía se muestra considerablemente optimista con respecto a al evolución de la inflación en el próximo año.
Se calcula que se ubicará entre un 28 y 30 por ciento, un tipo de cambio oficial que se situaría entre 101,6 y 102 pesos, lo que implica claramente un nuevo retraso en el valor del dólar, un instrumento clásico ya en la Argentina en los años electorales para tratar de bajar “artificialmente la inflación”.
Según comentaron las mismas fuentes, para el próximo año se espera una mejora del 9 al 10 por ciento en las exportaciones y un crecimiento del 16 al 20 por ciento en las importaciones, de la mano del rebote económico.
Esto determina un escenario de menor superávit comercial para el próximo año, que sumado a un mayor ritmo de salida de dólares por turismo, el balance de las cuenta corriente del país mostraría un deterioro con respecto a los últimos dos años.
“No va a ser fácil tener estable el dólar en un año electoral, encima con la etapa de la pospandemia y con un incremento importante que habrá en cuanto a salida de divisas por turismo, esto va a implicar un trabajo muy fino por parte del Central y de Economía”, resaltó otra fuente.
Hay que tener en cuenta que el próximo año, hacia final del verano el Gobierno espera tener cerrado un acuerdo con el FMI, que sería en principio de facilidades extendidas, aunque con compromisos no tan firmes como los que obliga ese tipo de convenio.
Los datos
- 30%
- calculan en Economía que se ubicaría la inflación en 2021. A julio, la inflación de los últimos 12 meses se ubicó en 42,4%.
- 8%
- es el déficit fiscal con el que se estima terminará el 2020, acentuado por asignaciones y subsidios por la pandemia.
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