Crimen de Lucio Dupuy: comienza la semana definitoria del juicio

El nene de 5 años falleció a fines de 2021 tras una fuerte golpiza. El próximo jueves se conocerá la culpabilidad o no de las imputadas, la madre del niño y su pareja, detenidas y acusadas de "homicidio calificado y abuso sexual".

El juicio por el crimen de Lucio Dupuy, cometido el 26 de noviembre de 2021 en Santa Rosa, La Pampa, tendrá su primera definición el 2 de febrero próximo. Será allí cuando el Tribunal de Audiencia determine la autoría y responsabilidad penal de la madre del niño, Magdalena Espósito Valenti; y de su pareja, Abigail Páez; ambas acusadas y detenidas por el asesinato.

La jueza Alejandra Ongaro y los jueces Andrés Olié y Daniel Sáez Zamora encabezarán el jueves a las 12 la audiencia de cesura, en la que resolverán si las acusadas son «culpables» o «no culpables» del delito de «homicidio calificado y abuso sexual ultrajante».

La pena no se dará a conocer ese día, sino en una audiencia posterior, aunque si el tribunal acepta los argumentos del Ministerio Público Fiscal (MPF), la única que les corresponderá a las acusadas es la de prisión perpetua, lo que hará irrelevante la segunda parte del juicio de cesura.

En caso de que el Tribunal valorara las pruebas de otra manera, tiene 15 días para dar a conocer la sentencia.

Fuentes judiciales informaron que, si bien en Santa Rosa es usual que los veredictos se den a conocer por escrito, en este caso se dispuso leerlo en la audiencia, a la que fueron convocadas las partes y a la que tendrá acceso la prensa.

Todavía no está confirmado si las acusadas estarán presentes en el tribunal pampeano o si aguardarán la decisión en el penal de San Luis donde están detenidas, agregaron los voceros.

Lucio (5) fue asesinado a golpes el 26 de noviembre de 2021 en la vivienda de la calle Allan Kardec al 2300 de la ciudad de Santa Rosa, donde residía con su madre y la pareja de ella.

Su mamá, Espósito Valente, fue acusada por el equipo de fiscales integrado por Walter Martos, Verónica Ferrero, Mónica Rivero y Máximo Paulucci, de los delitos de «abuso sexual gravemente ultrajante con acceso carnal, agravado por haber sido cometido por la ascendiente (progenitora), con el concurso de dos personas y aprovechando la convivencia con la víctima menor de 18 años, todo como delito continuado; en concurso real con homicidio calificado por ser la ascendiente, por ensañamiento y alevosía».

A Páez, en tanto, el MPF le imputa el «abuso sexual gravemente ultrajante con acceso carnal, agravado por haber sido cometido por la guardadora, con el concurso de dos personas y aprovechando la convivencia con la víctima menor de 18 años, todo como delito continuado; en concurso real con homicidio calificado por ensañamiento y alevosía».

La defensora oficial de Páez, Silvina Blanco Gómez, consideró por su parte que no existió un homicidio agravado sino un homicidio preterintencional, es decir que no tuvo intencionalidad, ya que la imputada -que admitió haberle pegado a Lucio- no buscó asesinarlo.

Por ese motivo, en su alegato, enumeró siete conductas que la imputada ejecutó para evitar la muerte del niño: la práctica de RCP para reanimarlo, su traslado a la posta sanitaria del barrio Atuel, la búsqueda de ayuda en la policía y haberlo llevado al hospital Evita, entre otras.

«Son conductas que deben ser valoradas como que no quiso matar», les manifestó la defensora a los jueces el tribunal, ante quienes, a su vez, cuestionó las conclusiones de la autopsia practicada a Lucio.

La defensa aseveró que «ninguna de las tres agravantes» planteadas por el MPF para el homicidio quedaron probadas y agregó que en el peor escenario pudo existir un homicidio simple con dolo eventual.

Con respecto a la acusación de abuso sexual, Blanco Gómez, pidió la absolución de Páez por el beneficio de la duda, al tiempo que aseveró que la mediatización del caso provocó un «estado de indefensión» en la imputada.

La versión de Páez


El 7 de diciembre de 2022, al declarar en el juicio, Páez reconoció que golpeó a Lucio y dio detalles de la agresión: «Cuando llegué a la casa, lo vi a Lucio que se estaba mandando un moco. No importa qué, porque no viene al caso. Entonces lo tomé del brazo y le pegué varias pataditas en la cola. Fue todo muy rápido, no sé. Le pegué y no medí donde la verdad, ni sé por qué tampoco«, contó, al tiempo que comenzó a llorar.

«No le encuentro una explicación todavía. Sé que lo lastimé, me di cuenta en el momento e intenté remediarlo. Luego, lo alcé y lo llevé a la ducha porque pensé que iba a reaccionar. Él intentaba hablar, estaba consciente todavía», agregó.

Luego dijo que vio que el niño «se estaba debilitando o desvaneciendo» por lo que lo tapó con su toallón y lo llevó a su pieza: «Lo senté en la cama y me fui a buscar ropa a su pieza para cambiarlo, lo más rápido posible porque era una situación muy desesperante en la que no sabía cómo reaccionar, ni que hacer para que él se recomponga», continuó.

Ante el silencio de toda la sala, Páez contó cómo Lucio perdió el conocimiento: «Cuando voy a buscar ropa para cambiarlo escucho un golpe y cuando vuelvo lo veo que están él estaba tirado en el piso, sin reacción. De cara al piso. Ni siquiera había apoyado las manos. Como si estuviese desmayado, no sé. Entonces yo por el mismo temor lo toqué con el pie para ver si reaccionaba y vi que no tenía respuesta de él, entonces me acerqué y lo di vuelta, lo puse boca arriba», resaltó.

Páez dijo que intentó hacerle RCP, aunque no sabe si lo hizo bien o si pudo haberlo lastimado, tras lo cual lo llevó a la salita médica y desde allí al hospital, donde le dijeron que Lucio había fallecido.

El médico forense que hizo la autopsia al cuerpo de Lucio contó antes del juicio que «en 27 años de profesión» y tras haber intervenido en «32 casos de niños golpeados» nunca vio algo así.

«Lo lloro en privado»


Por su parte, Espósito Valenti apuntó al padre de Lucio, Christian Dupuy, al declarar en la última jornada del juicio: «Se me critica a mí, pero no al progenitor, porque decirle padre le queda grande. A él se lo justifica cuando la responsabilidad era de los dos. Sin embargo, en todo momento se desentendió de la criatura».

Durante su declaración, en la que no aceptó preguntas, la mujer recordó que esa mañana dejó a su hijo «con vida» al cuidado de su novia, y que «al día de hoy» sigue «sin poder creer» lo que le ocurrió.

Tras ello, afirmó que a su hijo lo «llora en privado» porque es «más humano que hacerlo delante de personas que no lo conocieron» y que dijeron «un montón de cosas» sobre su «supuesto rechazo a la maternidad».


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