De Lamarque a desafiar las aguas del mundo

Orellana ya participó en siete torneos ecuménicos y está clasificado para una nueva cita, en Croacia. “Trabajamos para dejar a Neuquén y Argentina en lo más alto”, dijo.

Pascual Orellana, con 37 años, es el deportista neuquino que representó a Argentina en siete mundiales de canotaje y ahora va por el octavo para mejorar su performance de la competencia internacional de 2022, cuando quedó en el séptimo lugar.

Mientras da clases y administra el club de canotaje Río Limay, del barrio Valentina Sur de Neuquén, entrena fuerte para desafiar las aguas de Croacia en la competencia que se llevará a cabo entre el 16 y 17 de septiembre.

Pascual es uno de los tres deportistas que clasificaron para esa instancia internacional. “Este año me vengo preparando bastante bien. Tuve la oportunidad hace dos años de medirme en el mundial de Portugal y quedé séptimo. La expectativa es mejorar ese lugar y estamos trabajando duro para poder llevar a Neuquén y a Argentina a lo más alto del podio”, aseguró a DIARIO RIO NEGRO .

A sus 12 años se lanzó a las aguas del río Negro, en Lamarque, a probar los remos con el solo objetivo de poder seguir pasando tiempo con su amigo de toda la vida, Carlos Cabarou, que fue la semilla de su carrera. “Siempre estábamos jugando en la calle con mi amigo, pero después del mediodía él se iba a remar y yo me quedaba guachito de mi amigo. Un día me dice que vaya a remar con él. No sabía si iba a poder o si iba a ser bueno, pero fui”, recordó.

La escuela provincial de Río Negro le dio la oportunidad de medirse en torneos locales y provinciales. Viene de una familia humilde y si bien siempre lo apoyaron, no había modo de conseguir ni siquiera el bote. Pero se lo donaron y fue el principio de todo.

En 2008 logró sumar puntos para meterse en el seleccionado que iría a participar del mundial en República Checa, un año después, una nueva chance llegó para viajar a Portugal. En 2011 participó de la Copa del Mundo en Italia.

El Mundial de 2014 lo llevó a Oklahoma, Estados Unidos y el de 2015 a Hungría. En 2016, una nueva clasificación lo tuvo dentro del seleccionado nacional, pero no pudo ir por falta de fondos. En 2017 llegó la revancha para probarse en el mundial de Sudáfrica. Pero en estas instancias, el remo no llegó tan lejos como Pascual esperaba.

Se vino una nueva oportunidad en 2022 en el mundial de Portugal, donde celebró el séptimo lugar del listado clasificatorio. Hoy, el deportista, su entrenador y la comunidad del club Río Limay realizan una campaña para recaudar fondos para que Pascual se suba al podio en el mundial de Croacia.


Una escuelita para continuar el legado del esfuerzo


El palista es un agradecido de la vida porque a partir de un hobby encontró su pasión, desafiar las corrientes del agua y proyectarse un futuro.

En 2005 se mudó a Valentina, donde armó su casa y su vida. El club Italiano, donde entrenaba, le quedaba ya demasiado lejos, entonces resolvió entrenar en el río Limay.

La vida quiso que se cruzara con otro entusiasta del canotaje y hace tres años conformaron el club Río Limay, para “devolver todo lo que me dieron a mí y para sacar a los chicos y chicas del barrio de la calle”, dijo Pascual.

Hoy, la escuela de canotaje está integrada por más de cien deportistas, que esperan conseguir la personería jurídica para demostrar de lo que son capaces en torneos locales y nacionales. Y por qué no soñar también, con un mundial.


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