Qué fue Generación Zoe, la estafa piramidal que narra el documental de Netflix «El vendedor de ilusiones»

La organización es acusada de una de las estafas piramidales más escandalosas de América Latina. Su fundador y principal acusado, Leonardo Cositorto, mantenía lazos muy estrechos con un contador neuquino.

Este jueves 23 de mayo, Netflix estrenó el documental «El vendedor de ilusiones: El caso Generación Zoe». Se trata de una producción que aborda el polémico ascenso y caída de la plataforma financiera más ambiciosa de Latinoamérica, acusa de sustentar en un sistema de estafa piramidal. Por el hecho, el contador neuquino Miguel Echegaray, se encuentra detenido por «asociación ilícita».

Generación Zoe comenzó en 2017, expandiéndose rápidamente a 17 países, con 65 oficinas y más de 80.000 miembros. Inicialmente, la plataforma ofrecía cursos de coaching y habilidades blandas a través de Zoom.

Leonador Cositorto, principal acusado y fundado de la organización, dio sus primeros pasos en el mundo de los negocios en 1991 en España, donde comenzó vendiendo libros en la calle. Con el tiempo, reclutó equipos que vendían productos puerta a puerta en España, Argentina, Perú, México y Chile. Sus charlas motivacionales eran una pieza clave antes de que las “tropas” salieran a vender.

Con el tiempo, se transformó en un emporio que incluía su propia criptomoneda, locales de hamburguesas, un equipo de fútbol (Deportivo Español), inversiones en bienes raíces y minas de oro. Incluso, la organización creó su propia iglesia llamada Aviva Zoe.

La pandemia de Covid-19 potenció el modelo de Generación Zoe. Cositorto explicaba que el negocio ofrecía membresías inteligentes de 400 dólares (376 euros), con un retorno de hasta el 50% del dinero invertido. 

El monto se subía a una plataforma personal y los inversores podían ver los intereses generados. Sin embargo, este modelo alertó a las autoridades y surgieron acusaciones de que la operación funcionaba como un esquema Ponzi, estimándose que movió más de 120 millones de dólares a nivel global.

En abril de 2022, Leonardo Cositorto fue detenido en República Dominicana por la Interpol. El CEO de Generación Zoe se encontraba prófugo de la Justicia desde febrero, con imputaciones y pedidos de captura en Buenos Aires, Corrientes, Salta y Rosario. Actualmente, espera el juicio en el penal de Bouwer, Córdoba, mientras la Fiscalía N° 2 de Villa María, a cargo de Juliana Companys, avanza en la causa que lo acusa de liderar una asociación ilícita destinada a cometer estafas.

Las denuncias se acumularon y la Justicia determinó que se trataba de una estafa piramidal. El fraude estimado asciende a un millón de dólares, aunque las autoridades creen que la cifra será mayor al concluir la investigación.

Según los testimonios, Generación Zoe funcionaba bajo un esquema de pirámide, donde el dinero de los nuevos inversores era utilizado para pagar a los inversores anteriores. Esta estructura es insostenible a largo plazo, y eventualmente se colapsa, dejando a la mayoría de los participantes sin sus inversiones.

Generación Zoe enfrenta múltiples causas judiciales en diferentes países, con Cositorto como el principal acusado en la mayoría de ellas. Desde Goya, Corrientes, hasta Salta, Rosario y Buenos Aires, las investigaciones están en marcha para desentrañar la compleja red de fraude tejida por la empresa.


Generación Zoe: Cositorto demanda a la fiscal por el documental de Netflix y pide su apartamiento


Esta semana se conoció que Cositorto demandará a la fiscal Julia Companys de Villa María tras el estreno en Netflix del documental llamado “El vendedor de ilusiones”. Desde la defensa del acusado entienden que la funcionaria judicial violó “el secreto de sumario” en las entrevistas que dio para el documental.

Guillermo Dragotto, abogado de Cositorto, recuerda que la causa contra el ex líder de Generación Zoe “se encuentra todavía en instrucción, no tenemos sentencia, para que hayan sacado un documental”.

“Lo que me llama la atención es la participación fuera de lugar de la fiscal, donde las luces de la cámara la han enceguecido. Debió velar por el secreto de sumario. Vamos a pedir a la Fiscalía General que tome cartas y la aparte de la causa. Vamos a tomar acciones legales contra ella, y contra la plataforma (Netflix)”, sostuvo Dragotto, en diálogo con Aquí Petete de radio Mitre.

La demanda será tanto penal como civil, añadió.

Una cosa es cuando a una fiscal de instrucción que está investigando una causa, la fiscal por más que sea la parte acusadora debe velar por la objetividad. Hace una entrevista en un bar, presta la fiscalía en horarios no permitidos. (En otra parte del documental) hay una actriz que hace de la fiscal, usando el despacho de la propia fiscal, en un horario público. Podría ser peculado por prestar esto en beneficio propio”, recalcó. Dragotto no descartó que haya habido “gente” que cobró por el documental.

“Acá no se trata de lo económico sino de como se lo ha retratado. La gente que lo vea se va a sorprender. El tema es como se expone la cantidad de emprendimientos que tenía Cositorto. Es un emprendimiento a nivel mundial, la crítica, es que ella por un atraso de menos de un mes, ella dice, necesitamos que alguien venga y denuncie una estafa, el mismo día donde había ordenado la captura internacional solo contaba con la denuncia de dos personas. Con eso cerró todo un negocio, y causó que no siguiera cumpliendo (con los pagos)”, sostuvo.

Para Dragotto se violó el artículo 312 del Código Procesal de Córdoba que establece el secreto de sumario de las causas.

Con información de La Voz e Infobae


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